El Congreso del Estado por mayoría de votos solicitó al Poder Ejecutivo Federal, adoptar medidas sanitarias y de control migratorio temporalmente restrictivas en la frontera sur para la entrada de ganado vivo, hasta que se cumplan condiciones sanitarias comprobadas.
Lo anterior, a través de las Secretarías de Economía y de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), así como del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), con la finalidad de proteger la sanidad animal, fortalecer al mercado interno y acelerar la reapertura segura de mercados de exportación.
El diputado Saúl Mireles Corral, iniciador del Punto de Acuerdo, dijo que organizaciones ganaderas han alzado la voz para exigir que se cierre la frontera sur al ingreso de ganado de Centroamérica y que se frene el tráfico ilegal de animales posiblemente infectados que comprometen la bioseguridad del país. Alegan que estas importaciones no sólo introducen riesgos sanitarios, sino también generan competencia desleal que deprime los precios del ganado nacional hasta en un 40 %.
Explicó que cerrar la frontera sur no debe interpretarse como una medida de aislamiento, sino como un mecanismo precautorio excepcional ante una amenaza sanitaria grave, mientras se consolidan los controles internos sanitarios requeridos.
Ahora, el cierre temporal de la frontera sur a la importación de ganado, junto con políticas sanitarias robustas, financiamiento urgente y mecanismos de coordinación nacional, puede dar tiempo y credibilidad técnica para contener la plaga y restablecer cuanto antes la operatividad exportadora, bajo estándares sanitarios exigentes; lo que vendría a representarse como un acto de responsabilidad con los productores mexicanos, con la sanidad nacional y con el compromiso internacional de comercio justo.
“Estamos del lado de nuestros productores, impulsando acuerdos y coordinando acciones para garantizar la sanidad del hato ganadero y pugnar por la pronta reactivación de las exportaciones”, declaró el legislador.