Con el botiquín de primeros auxilios en un brazo y sus herramientas de trabajo en el otro, es como policías y bomberos paramédicos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) salen diariamente a realizar sus labores, en busca de servir y proteger, pero también de salvar vidas a quienes lo necesiten.
La dependencia municipal cuenta actualmente con un buen número de mujeres y hombres especializados en temas de la salud y que, por vocación y amor, han demostrado su verdadero compromiso para con los demás, pues además de desempeñarse operativamente, se preocupan por la integridad de las familias chihuahuenses.
La mayoría de ellos han sido titulados como técnicos en urgencias médicas por personal experto de la Cruz Roja Mexicana o por el Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM), instituciones de alto reconocimiento en materia de atención a la salud a nivel nacional.
A lo largo de los años se han presentado en la mancha urbana y en las zonas rurales un sinnúmero de emergencias médicas, como partos, accidentes viales dentro y fuera de la ciudad o personas lesionadas en áreas agrestes, hechos por armas de fuego, entre muchos otros casos, en los cuales, gracias a la voluntad y conocimientos de los elementos de la DSPM en este rubro, se han salvado vidas o impedido otras condiciones médicas severas por falta de atención oportuna.
Ser paramédico o contar con conocimientos, aunque sean básicos en el área de la medicina, es para las y los agentes una acción doblemente meritoria y forma parte de la profesionalización adicional con que cuentan muchos de ellos, en busca de ampliar los servicios de ayuda que ofrecen a la comunidad.
Debido a esta necesidad y a la preocupación del actual director de la DSPM, comisario Julio César Salas, por contar con más capacidades policiales, en meses pasados les entregó kits de maletas a cada uno de los elementos paramédicos, quienes las cargan en sus patrullas o unidades bomberiles para actuar como primeros respondientes en casos de urgencias médicas.









