Desde la presa Las Vírgenes, uno de los puntos más emblemáticos en la defensa del agua para el campo y las ciudades del estado, el alcalde de Chihuahua Capital Marco Bonilla fijó una postura firme frente a las recientes decisiones del Gobierno Federal, a las que calificó como “medidas unilaterales que ponen en riesgo el futuro del campo, el abasto doméstico y la estabilidad de miles de familias chihuahuenses”.
Acompañado de productoras y productores de la región, Bonilla reconoció el carácter y la fuerza de quienes han vuelto a levantar la voz ante decisiones que afectan directamente su producción y el sustento de sus hogares. “Aquí hay gente curtida, de trabajo y de palabra. Cuando defienden el agua, no lo hacen solo por ellos: lo hacen por todo Chihuahua”, afirmó.
El alcalde subrayó que el agua no puede ser tratada como una moneda de cambio ni como una decisión centralista, y advirtió que cualquier intento de imponer acuerdos sin diálogo real representa una amenaza directa para el estado.
“¡No se puede jugar con el agua! Exigimos sensibilidad, respeto y decisiones consensuadas. Chihuahua merece diálogo, no imposiciones”, enfatizó.
Marco Bonilla recordó que el agua es indispensable para la producción de alimentos, para miles de familias productoras y para garantizar la vida digna en las ciudades. “La lucha por el agua es una lucha por la vida, por la producción del campo a precios justos y por el futuro de nuestras familias”, señaló.
En su mensaje, también envió un llamado contundente al Gobierno Federal: “ya basta de que nos confronten en vez de ayudarnos. Lo que pedimos es simple: si no van a apoyar, que por lo menos no nos quiten lo que es nuestro”.
Finalmente, Bonilla convocó a toda la ciudadanía a cerrar filas en defensa del recurso más preciado del estado. “Cuenten conmigo. Esta causa no es solo del campo, es de todo un pueblo. Es por Chihuahua y es por México”, concluyó.
