El sargento Alexis Molina, encargado de la Policía Cibernética informó que ayer se dio un caso, en el que padres de familia solicitaron el apoyo de la Dirección de Seguridad Pública Municipal para denunciar un caso de extorsión.

Todo comenzó con su hija de 13 años de edad. Aparentemente ella hablaba con un personaje ‘famoso’ de la agrupación ‘PICUS’, la menor enviaba fotografías, al negarse, comenzaron a extorsionarla junto con sus padres.

«Obviamente ese proceso de contacto es tardado, estamos hablando de días, semanas, con la intención de ganarse la confianza de la menor. Una vez que ya se logró ese objetivo, es cuando le piden enviar contenido privado», mencionó el Policía.

Explicó que se compartieron videos, fotografías y audios. Y una vez que la menor ya se sintió presionada, dice, bueno, pues ya no quiero enviar. De ahí, migró ese caso del grooming a una extorsión. En el caso de ayer, empezaron a extorsionar a los familiares de la menor. Haciéndoles ver que, si no se publicaba, si no se enviaba más contenido, se iban a publicar en la red.

Por su parte agregó que los últimos tres casos que ha tenido la DSPM de grooming, se han detectado de dónde provienen los ciberdelincuentes. «Desafortunadamente, no están aquí en la ciudad».

Recordó que primer caso se tuvo la certeza de que la persona estaba en España, el segundo en Honduras y este último en Colombia, haciéndose pasar por un famoso.

Grooming, ¿Cómo combatirlo? También es llamado engaño pederasta y se refiere a un tipo de abuso, en el que un adulto se gana la confianza de un menor de edad para inducirlo luego a una actividad de tipo sexual.

Generalmente, el adulto se hace pasar por un niñx o adolescente para acercarse a su víctima y conseguir su confianza con el objetivo de generar tres niveles de interacción que van desde sostener conversaciones de carácter sexual, inducir al menor a que le comparta material íntimo (fotos o videos de contenido explícito) o hasta llegar a concretar un encuentro físico.

Durante este proceso, suelen darse las siguientes fases:

  • Creación de un lazo de confianza. El agresor ofrece atención y regalos al menor y se muestra muy empático para obtener su confianza y acceder a información privada de la víctima.
  • Aislamiento. El agresor obliga a la víctima a mantener su contacto en secreto y en esta fase busca que la víctima se aleje de las personas de su entorno cercano.
  • Valoración del riesgo. Para estar seguro de su posición, el agresor pregunta permanentemente si otras personas saben de su relación con la víctima y pretende saber quiénes tienen acceso al computador o los dispositivos móviles del menor.
  • Conversaciones sexuales. Una vez que el agresor siente que tiene la suficiente confianza con la víctima, empieza a familiarizarla con términos sexuales e introducir conversaciones de este tipo.
  • Peticiones sexuales. En la última fase del grooming, el agresor se vale de la manipulación, las amenazas o chantajes para obtener de la víctima material sexual (audios, fotos y videos) o para concretar un encuentro físico.

Identificar cuando un niñx o adolescente está siendo víctima de este tipo de abuso no resulta sencillo. No obstante, la educación es primordial para que el menor sepa cómo actuar frente a este delito.

¿Cómo combatirlo?

¿Sabes qué es el grooming y cómo combatirlo? Tal vez ya hayas escuchado esta palabra pero no tienes claro de qué se trata o, quizás, el término te pareció tan extraño que no te detuviste a pensar qué es. El grooming también es llamado engaño pederasta y se refiere a un tipo de abuso, en el que un adulto se gana la confianza de un menor de edad para inducirlo luego a una actividad de tipo sexual.

Generalmente, el adulto se hace pasar por un niñx o adolescente para acercarse a su víctima y conseguir su confianza con el objetivo de generar tres niveles de interacción que van desde sostener conversaciones de carácter sexual, inducir al menor a que le comparta material íntimo (fotos o videos de contenido explícito) o hasta llegar a concretar un encuentro físico.

Durante este proceso, suelen darse las siguientes fases:

  • Creación de un lazo de confianza. El agresor ofrece atención y regalos al menor y se muestra muy empático para obtener su confianza y acceder a información privada de la víctima.
  • Aislamiento. El agresor obliga a la víctima a mantener su contacto en secreto y en esta fase busca que la víctima se aleje de las personas de su entorno cercano.
  • Valoración del riesgo. Para estar seguro de su posición, el agresor pregunta permanentemente si otras personas saben de su relación con la víctima y pretende saber quiénes tienen acceso al computador o los dispositivos móviles del menor.
  • Conversaciones sexuales. Una vez que el agresor siente que tiene la suficiente confianza con la víctima, empieza a familiarizarla con términos sexuales e introducir conversaciones de este tipo.
  • Peticiones sexuales. En la última fase del grooming, el agresor se vale de la manipulación, las amenazas o chantajes para obtener de la víctima material sexual (audios, fotos y videos) o para concretar un encuentro físico.

Identificar cuando un niñx o adolescente está siendo víctima de este tipo de abuso no resulta sencillo. No obstante, la educación es primordial para que el menor sepa cómo actuar frente a este delito.

¿Cómo prevenirlo?

Adoptar hábitos de navegación seguros. Establece normas y horarios para el uso de Internet.

Tener precaución con las conversaciones online. Presta atención a la información personal que compartes con desconocidos.

Evitar los riesgos. Prácticas como el sexting o acordar encuentros con personas que solo conoces por Internet, puede poner en riesgo tu integridad física y mental.

Ser cuidadosx al usar la cámara del móvil o el computador. Se debe ser muy consciente en el momento de compartir fotos o videos, más aún si se trata de contenido íntimo.

Educación sobre el grooming. Es importante que niñxs y adolescentes tengan claro qué es el grooming, cuáles son sus consecuencias y que esto es un delito.

Contar con acompañamiento. Siempre que un menor tenga acceso a Internet, es importante que cuente con el acompañamiento y supervisión de un adulto que le enseñe a hacer un uso seguro y responsable de la tecnología.

Sin duda, conocer de los riesgos y situaciones que se pueden presentar en el mundo virtual es una herramienta eficaz para prevenir el grooming y otros tipos de abuso.

En caso de que se concrete un caso de grooming, es importante que tanto la víctima como sus cuidadores tengan presente las siguientes recomendaciones:

  • La víctima debe acudir a un adulto de confianza que pueda brindarle ayuda.
  • Cuando una víctima decide contar lo que le está pasando, es importante mantener la calma, validar sus emociones, reafirmar el apoyo incondicional y evitar culpabilizarla.
  • Recopilar la mayor parte de la información posible. Recoger contenidos enviados, conversaciones, capturas de pantalla, perfiles en redes sociales.
  • Evitar ceder a la manipulación del agresor. Aceptar los chantajes del agresor empeorará la situación.
  • Si encuentras en Internet situaciones que pueden significar un riesgo, denuncia en las páginas o plataformas estas conductas peligrosas.
  • Ten presente que el grooming constituye un delito, contacta a las autoridades y no dudes en denunciarlo.
  • Busca ayuda psicológica para afrontar las consecuencias de este tipo de abuso.

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