Con una carta, la legisladora federal Andrea Chávez Treviño, se despidió de su curul en la Cámara de Diputados tras pedir licencia a su cargo, pues explicó, ahora dedicará su “cariño, energía y entrega a construir las condiciones políticas que hagan posible la llegada de la Cuarta Transformación a Chihuahua”.
Expuso que solicitaba licencia como diputada, a pesar de que la ley no se lo exigía, con el único propósito de dedicarse totalmente a su próximo proyecto: el representar al pueblo chihuahuense en el Senado de la República y ser un contrapeso contra la injusticia, la corrupción y la desigualdad que imperan en su estado natal.
En su misiva, la juarense relató que llegó a ser diputada federal a los 24 años, siendo hija de maestros universitarios y con un apellido común. Sin embargo, “aunque pudiera parecer una excepción a la regla”, dijo que en el movimiento en el que milita nadie sobra: “ni los hijos de maestros, ni las hijas de meseros, ni los hijos de madres solteras. Nadie.”
También recordó sus orígenes en las luchas sociales con su bisabuela, que se levantó en armas contra la dictadura franquista en la Guerra Civil Española y su bisabuelo, que hizo lo mismo contra los cacicazgos porfiristas en Parral, junto al general Francisco Villa.
“Yo no creo en el destino, creo en las decisiones que forjan caminos. Es más, estoy segura de que el destino nunca se alistó para que hoy tengamos a unos pasos de la silla presidencial, a la primera mujer presidenta de México” comentó Andrea Chávez en su carta.
Refirió que en su paso como legisladora conoció muy bien a la derecha, ya que a base de mentiras “le engrosaron la piel, le templaron la prudencia y la obligaron a madurar a pasos agigantados”, por lo que ahora no les tiene miedo.
Señaló que en la elección próxima no busca un cargo mejor o más importante, sino que está en el camino hacia el Senado de la República porque el pueblo chihuahuense así se lo ordenó, para encabezar la transformación real del estado grande.
Y le dijo al pueblo de Chihuahua que ahora podrían encontrarla “recorriendo las nogaleras en Jiménez, los campos agrícolas en Delicias, el tesoro arqueológico escondido en Casas Grandes, las barrancas de la Sierra, los cañones de Ojinaga y las colonias de Chihuahua y Ciudad Juárez”.
Chávez Treviño finalizó su mensaje invitando a defender “esta tierra revolucionaria” con “la esperanza por bandera” y reconociendo que ama profundamente al lugar que la vio nacer.