Meghan Markle firmó la tarjeta que envió con un regalo para una amiga con el título de ‘Su Alteza Real’, lo que hizo resonar la polémica sobre su uso.
Una simple tarjeta de cortesía desató una nueva ola de reacciones en contra de la duquesa de Sussex, por lo que resurgió la polémica sobre si puede Meghan Markle usar el título de Su Alteza Real o no, ya que éste se reserva para miembros senior y en activo de la Familia Real británica.
¿Puede Meghan Markle usar el título de ‘Su Alteza Real’ o no?
En una reciente participación en un podcast salió a la luz que Meghan Markle envió un regalo a su amiga, la empresaria Jamie Kern Lima, con una nota en la que se lee: “With compliments of HRH The Duchess of Sussex” (“Con los saludos de Su Alteza Real, la Duquesa de Sussex”).
Se sobrepone a todo:

Con ese pequeño gesto, la pregunta sobre si tanto ella como el príncipe Harry pueden usar esta formalidad volvió a convertirse en tema de conversación, ya que se trata no sólo de la forma en la que Meghan se presenta ante el mundo, sino también un símbolo que la vincula –o no– con la familia de su esposo.

¿Meghan hace mal uso del título ‘Su Alteza Real’?
Cinco años después de su salida de la Familia Real británica, el que Meghan Markle usara el término “Su Alteza Real” en una tarjeta personal, enviada a una amiga, volvió a encender el debate sobre los límites, las formas y los símbolos que rodean a la ex actriz convertida en empresaria y gurú de estilo de vida y su relación con la monarquía británica.
Lo más comentado:

Y es que el uso de las iniciales “HRH” (“His/Her Royal Highness”, “Su Alteza Real”), aunque técnicamente sigue siendo parte del título de duquesa de Sussex, fue un elemento específico del acuerdo de 2020 entre Meghan, el príncipe Harry y el Palacio de Buckingham: no usarían dicho estilo honorífico en contextos públicos o comerciales.

El objetivo de esta limitación era marcar distancia entre su nueva vida independiente y las funciones institucionales de la Corona. Sin embargo, la línea entre lo privado y lo público, lo simbólico y lo comercial, parece cada vez más difusa, dado el perfil público que Meghan y Harry han retomado con sus viajes internacionales, la realización de los Juegos Invictus y las relaciones públicas referentes al perfil profesional de Meghan, quien evidentemente aprovecha el “halo” que rodea a su calidad de “royal” para explotarlo en sus distintas plataformas.
¡Están enormes!

Así han crecido; Meghan Markle comparte fotos inéditas de Archie y Lilibet Meghan Markle compartió una serie de fotografías en las que ha dejado ver de nueva cuenta el gran parecido de los niños con el príncipe Harry, pues ambos son pelirrojos.
Pero, ¿por qué genera tanto ruido un detalle aparentemente trivial? Porque en el ecosistema real británico —profundamente jerárquico, cargado de protocolo y tradición— los títulos no son sólo una forma de cortesía, sino una declaración de identidad, pertenencia y legitimidad.

El uso del término “Su Alteza Real” representa un estatus activo dentro de la maquinaria real, y usarlo, incluso en un gesto amistoso, puede interpretarse como una contradicción al acuerdo firmado con la difunta reina Isabel II.
El caso deja ver también la compleja relación de Meghan Markle entre su paso por The Firm (la forma en la que Isabel II hacía referencia a la Familia Real) y su presente como figura mediática.
El nuevo papel de Meghan Markle más allá de la Familia Real
A diferencia de otros miembros de la realeza que han optado por una discreción absoluta (o que han sido obligados a hacerse a un lado debido a que su presencia resulta incómoda para la figura del rey, como es el caso del príncipe Andrés, duque de York), Meghan Markle ha apostado por construir una narrativa propia, a través de libros, documentales y colaboraciones estratégicas. Su imagen, por tanto, no se define sólo por lo que dice, sino por los gestos que la acompañan.

Para sus críticos, este tipo de actos son una forma de capitalizar el aura real sin asumir las responsabilidades de la institución. Para sus defensores, es un ejemplo de cómo las mujeres pueden reapropiarse de su historia, incluso de aquellas partes que las marcaron con reglas rígidas y expectativas imposibles.
Ya que hablamos de títulos…

La pregunta de fondo es si Meghan puede, o debe, dejar atrás todo lo que sugiere el título de «Su Alteza Real». Porque para muchos, lo que representa ese estilo honorífico no es sólo un pasado compartido con la corona y la familia del príncipe Harry, sino una herencia de poder, privilegio y, en su caso, también de conflicto, de los cuales se supone que buscaron alejarse para llevar una vida “normal”.