En lo que se reporta como su primera aparición en público desde que se desató el escándalo tras la revelación del nombre de los dos royals que habrían hecho comentarios racistas sobre el príncipe Archie, Meghan Markle fue captada rumbo al gimnasio usando joyas.
Meghan Markle va al gimnasio con joyas, incluida una que le regaló Carlos III
Lo que llamó la atención, además del hecho de que la duquesa de Sussex lleve costosas piezas de joyería al gym como si fuera cualquier otro accesorio, fue que una de ellas es un regalo de su suegro, el rey Carlos III.
Esto fue interpretado por medios internacionales como un gesto de complicidad al monarca británico, luego de que se diera a conocer que él fue uno de los integrantes de la Familia Real que hicieron comentarios desafortunados sobre el tono de piel del hijo mayor de Harry y Meghan.
La polémica por el libro ‘Endgame’ no afecta a Meghan Markle
Meghan Markle se veía completamente relajada y ajena a la polémica que en días recientes desató la revelación de que una versión inicial del libro Endgame, que se editaría en Holanda, señalaba al rey Carlos III y a Kate Middleton como los integrantes de la realeza británica que hicieron comentarios fuera de lugar sobre el tono de piel que tendría el primogénito del príncipe Harry.
Esta situación, que en su momento fue mencionada por la duquesa de Sussex en la ya célebre entrevista que ella y su esposo dieron a Oprah Winfrey, y que empañó a la Familia Real con el tema del racismo, parece no haber afectado a Meghan, según muestran imágenes publicadas por el Daily Mail, en las que la ex actriz de 42 años aparece sonriente.
Más allá de la ropa y los accesorios deportivos que Meghan vistió para ir al gimnasio, saltó a la vista que también llevaba puestas dos piezas emblemáticas de joyería: el brazalete y el reloj Cartier que pertenecieron a la princesa Diana, además de una costosa pulsera de diamantes de la firma Bentley & Skinner, que fue un regalo de Carlos III, según destaca Vanitatis.
El medio español también señala que, en contraste con la actitud despreocupada de Meghan Markle, el rey Carlos III estaría “devastado” por las revelaciones que surgieron a partir de las filtraciones y la publicación del libro Endgame y el revuelo que causó en Reino Unido.