El músico cofundador de Black Pumas nominado al Oscar y al Grammy en ocho ocasiones, nos habla de ‘Boleros Psicodélicos Vol. II’, un proyecto en el que reinterpreta la nostalgia latina.
Adrián Quesada, guitarrista, productor y cofundador de la banda Black Pumas, ha construido una carrera que se mueve con naturalidad entre lo clásico y lo experimental.
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Aunque muchos lo conocen por su trabajo con la banda de soul psicodélico, su faceta como solista ha tomado un vuelo particular con Boleros Psicodélicos, un proyecto en el que reinterpreta la nostalgia latina desde un punto moderno, libre y muy emocional.
Adrian Quesada, de Black Pumas, presenta ‘Boleros Psicodélicos Vol. II’
Ahora, Adrián Quesada vuelve con el segundo volumen de esta serie, impulsado por un deseo muy claro: llevar el proyecto a un terreno más íntimo, colaborativo y cálido.
«Cuando acabé el primero lo entregué y dije: ‘me encantó, pero quiero hacerlo otra vez… y hacerlo distinto’”, cuenta en entrevista con la voz tranquila de alguien que se mueve entre guitarras vintage y grabaciones en cinta.
El primer volumen lo hizo en plena pandemia, sin poder compartir estudio con los artistas invitados. Eso marcó su atmósfera. Pero para este nuevo disco, lo que quería era exactamente lo contrario.
“Nunca pude estar en el mismo cuarto con ninguno de los artistas”, dice. Y justo eso, lo que en su momento fue una limitación, terminó marcando el tono introspectivo del disco. “Tiene ese feeling de encierro, de aislamiento, que le dio una vibra especial a las canciones”, reflexiona.
Pero para el segundo, Adrián buscaba otra cosa: cercanía. Quería miradas cómplices entre tomas, música tocada al mismo tiempo, ideas lanzadas sin filtros en un estudio compartido. Y lo consiguió. Boleros Psicodélicos Vol. II es un disco que late distinto.
«Se siente más íntimo. Quiero que cuando lo escuchen, parezca que están en el estudio con nosotros», menciona.
Aunque el nombre del proyecto dice «bolero», lo que hay detrás es mucho más variado. Para este segundo volumen, Quesada se alió con el productor Alex Goose, alguien más familiarizado con el mundo del hip hop. Y le dio total libertad creativa: “Le dije: haz como si te estuviera dando un vinilo para samplear, cámbialo todo si quieres”.

La mezcla resultante es lo que Adrián Quesada define como moderno sin fecha.»La gente ya ha escuchado boleros y baladas y cosas así, pero ‘¿cómo hacemos algo nuevo de esto?’. Y este, fue más parte del proceso… tratarlo así, como hacer un disco moderno. Quería que se escuchara como si no supieras si salió en los setentas o en 2025″, agrega.
Adrián Quesada tiene una nominación al Oscar y ocho al Grammy
Adrián creció entre Texas y México. Un día escuchaba rancheras con sus abuelos, y en la noche veía MTV. Por eso, cuando alguien le dice que su música en español es muy distinta a lo que hace con Black Pumas, él no está tan seguro. “Para mí todo es parte de lo mismo”, dice. “Siempre he hablado inglés y español el mismo día, y lo que más quiero ahora es mostrar que tenemos más en común de lo que creemos”.
Por eso también eligió la Ciudad de México para lanzar el disco. “El público aquí ha sido increíble. Amo venir, tocar, platicar con amigos. Era el lugar perfecto”, cuenta con una sonrisa.
Cuco, Ed Maverick, Hermanos Gutiérrez, Monsieur Periné son algunas de las colaboraciones que hace en este álbum, sin embargo, Adrián aclara que no buscó artistas “de bolero”, sino músicos con una visión honesta y aventurera.
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Afuera, la canción con Ed Maverick, por ejemplo, al principio ni siquiera estaba pensada para este proyecto. “Me acuerdo que pensé usarla en otro disco, pero al final, cuando escuché todo en conjunto, quedó perfecta”, revela.
Con una carrera tan llena de proyectos; desde Black Pumas hasta soundtracks para películas y producciones en paralelo, podría ser fácil pensar que el músico ya domina todo lo que tiene que ver con su industria, pero el mismo aprendizaje sigue siendo su motor.

A pesar de haber sido nominado al Grammy en ocho ocasiones y al Oscar en la edición 2025, el éxito para él se define de otra manera: “Poder hacer lo que quiero hacer, sin miedo. Y que el público lo escuche sin que yo haya tenido que cambiar quién soy para lograrlo”.
No quiero hacer nada más por hacer, para ganar un Grammy o para ganar un Oscar o nominación o algo, lo quiero hacer porque es algo que viene desde mi alma
La noticia de su nominación al Oscar lo sorprendió en plena rutina diaria. “Estaba dejando a mi hija en la escuela”, recuerda Adrián, todavía con algo de asombro en la voz. “Ni me imaginé, yo ni estaba pensando en eso en la mañana… apenas estaba bajando del coche cuando empezaron a llegar los textos y dije: ya sé lo que está pasando”. La intensidad del momento fue tal que, tras hablar con su esposa, decidió apagar el teléfono por un rato. “No sé qué era, era súper intenso el momento”, confiesa. Más tarde, ya con calma, llamó a Abe, su colaborador en la canción nominada. “Era un día muy especial”, resume con sencillez.
Siempre hay algo de curiosidad en saber qué música escucha un músico. ¿Qué suena en sus audífonos cuando nadie lo ve? En el caso de Adrián Quesada, la respuesta es simple: “De todo”.
Jazz espiritual como Alice Coltrane o Pharoah Sanders, city pop japonés de los 80 (Kimiko Kasai es su más reciente obsesión), cumbias, chicha peruana y propuestas mexicanas como Amantes del Futuro. “Depende del día y la hora”, dice. Lo único constante es su curiosidad: esa necesidad de seguir explorando sonidos, mezclarlos y transformarlos en algo nuevo.