Roma. El mexicano Santiago Giménez sufrió junto con su equipo el Milán un fuerte descalabro al dejar escapar la Copa de Italia frente al Bologna, el cual puso fin a 51 años de espera por un trofeo de prestigio tras imponerse por 1-0 en el estadio Olímpico de Roma.
El tricolor poco pudo hacer en el duelo, pues entró de cambio hasta el minuto 62 en sustitución por Luka Jovic con una actuación discreta.
El héroe del Bologna fue Dan Ndoye, quien reapareció de una lesión para anotar el único gol y darle al equipo su primera Copa de Italia desde 1974. El club, que es propiedad del canadiense Joey Saputo, nada más había ganado dos títulos de segunda división desde entonces.
También fue la primera victoria en una final para el técnico Vincenzo Italiano, quien había perdido definiciones consecutivas de la Europa Conference League mientras estuvo a cargo de la Fiorentina y terminó como subcampeón en la Copa Italia 2023.
“Fueron tres decepciones considerables”, dijo Italiano a la emisora Mediaset. “No pensé que podría volver inmediatamente y desquitarme. Pero lo logramos y estoy feliz.
“Añado un trofeo importante a mi vitrina y realmente se lo dedico a los muchachos, que fueron extraordinarios”.
Italiano fue lanzado al aire por sus jugadores en la celebración, inmediatamente después del silbatazo final. Muchos de ellos estaban llorando de alegría, al igual que algunos de los miles de aficionados de Bologna en las gradas. Y el entrenador de 47 años estaba ansioso por volver a las festividades.
«Ahora déjenme ir a celebrar, porque esto es algo realmente increíble”, dijo Italiano con una sonrisa al final de su entrevista televisiva.
Es la primera temporada de Italiano en Bologna después de reemplazar a Thiago Motta, quien se fue a la Juventus tras llevar al equipo a su primera clasificación a la Liga de Campeones. Motta fue despedido por la Juventus a principios de esta temporada.
El resultado aseguró la presencia de Bologna en la próxima edición de la Liga Europa y dejó al Milán prácticamente fuera de toda competición europea.
Esto podría significar el fin de la breve etapa de Sérgio Conceição al frente de los Rossoneri. El Milán marcha en el octavo lugar de la Serie A tras una decepcionante temporada.
Ambos equipos llegaron a Roma buscando poner fin a una sequía en la Copa Italia. Milán levantó el trofeo por última vez hace 22 años, perdiendo dos finales posteriores.
El partido se jugó con una gran intensidad desde el vamos y los arqueros fueron exigidos en los primeros diez minutos.
La tensión amenazó con desbordarse hacia el final de la primera mitad. Lewis Ferguson, el capitán de Bologna, quedó ensangrentado, al parecer por una fractura del tabique nasal, tras una entrada sobre Rafael Leão, quien lo golpeó en la cara con su botín al ser derribado.
Bologna rompió el empate ocho minutos después del inicio de la segunda mitad. Riccardo Orsolini fue derribado por Theo Hernández en el área, pero el balón le cayó a Ndoye, quien encontró espacio antes de definir con un disparo combado hacia el lado derecho de la red.
El internacional suizo de 24 años se había perdido los tres partidos anteriores de Bologna por una lesión en el muslo.
El Milán había remontado un gol en contra para vencer 3-1 a Bologna en la liga italiana el viernes, pero no hubo tal remontada en el Estadio Olímpico.