Juan Soto no se hace ilusiones sobre la recepción que tendrá en su tan esperado regreso al Bronx el viernes por la noche.
Soto, quien dejó a los New York Yankees seis semanas después de su derrota en la Serie Mundial para firmar con los New York Mets con un contrato récord de 15 años y $765 millones, sabe que todas las miradas estarán puestas en él cuando regrese por primera vez al Yankee Stadium, como jugador del equipo de Queens, para el primer juego de una serie de tres entre los dos líderes de división.
Y sabe que la afición no lo recibirá con los brazos abiertos.
«Van a ser 50,000 contra uno», declaró Soto al New York Post. «Van a intentar presionarme, ¿sabes? Es parte de ello.
«Lo que sea que hagan, están en su derecho».
La salida de Soto se produjo tras meses de especulaciones sobre si se quedaría o se iría del Bronx. Hacia el final de la temporada pasada y en plena postemporada, donde los Yankees disputaron su primera Serie Mundial desde 2009, el cariño entre Soto y la afición era evidente, y se veía reflejado en los cánticos diarios de «Renueva el contrato, Soto».
Soto finalmente rechazó la oferta de los Yankees por 16 años y 760 millones de dólares, y optó por firmar el contrato más cuantioso en la historia del deporte profesional para unirse a los Mets.
Si bien Soto dijo que todavía se está «adaptando al nuevo equipo», enfatizó que no se arrepiente.
«No, no. Tomé una decisión y estoy feliz de haberla tomado», declaró Soto al Post. «Miren a su alrededor. Tenemos un equipo increíble. Y será un buen equipo por mucho tiempo».
