Los sarcomas, cánceres de tejidos blandos o de huesos, se consideran sumamente raros, sin embargo, existen algunos tipos de sarcomas aún más inusuales. Recientemente, el doctor Kevin Allenson, cirujano oncólogo del Hospital Houston Methodist, atendió dos casos considerados sumamente raros en el sector médico.
El primero de ellos fue un liposarcoma retroperitoneal desdiferenciado, el cual se presenta en tres de cada millón de personas. Allenson describe, la paciente era una mujer de 60 años, que tenía una masa abdominal de más de 42 cm de diámetro y un peso de cerca de 7.7 kilos. “Debido a su gran tamaño, el tumor requirió de la extirpación de órganos adyacentes y afectados, incluyendo un riñón, una porción de colon y la cola del páncreas”, explica el especialista. A su vez, refiere, la resección y reconstrucción requirió de procedimientos sumamente complejos, dada la profundidad de área de difícil acceso, circundante a estructuras vitales, en que se encontraba el tumor.
Por otra parte, el segundo caso de sarcoma atípico, atendido por Allenson, fue de un leiomiosarcoma de la vena cava inferior, el cual se caracteriza por ser un tipo de tumor agresivo que crece en órganos adyacentes y tiene un alto potencial de metástasis. Ubicado por el oncólogo, en el revestimiento musculoso liso de la pared de la vena más grande del cuerpo, la cual irriga sangre desde las extremidades inferiores del cuerpo al corazón.
Sobre el caso anterior, el experto señala, estos tumores son sumamente raros, mundialmente solo se han reportado 400 sarcomas de este tipo. Referente con su tratamiento, Allenson le comentó al equipo de NotiPress, “la cirugía es la única terapia potencialmente curativa”, sin embargo, destaca que el procedimiento para tratar este, representó un desafío técnico considerable. Pues resecar el tumor y reconstruir la vena manteniendo la permeabilidad del flujo venoso, requirió de utilizar diversas tecnologías simultáneamente.
Una de las principales complejidades de estos casos, es equilibrar el uso de tratamientos no quirúrgicos, como la radiación y la quimioterapia con los tratamientos quirúrgicos”, sostiene Allenson.
Relacionado con el caso de leiomiosarcoma, el especialista detalla, el paciente fue sometido a radioterapia por cinco semanas y posteriormente se le realizó la cirugía de resección multivisceral compleja. En esta se utiliza una herramienta llamada “sarculador”, misma que es conceptualizada como una “calculadora de sarcoma”.
Así, el sarculador es impulsado por un algoritmo entrenado mediante imágenes e informes clínicos y patológicos de muchos casos de sarcoma. Brindando a este la capacidad de predecir el comportamiento de los sarcomas, con lo cual los médicos identifican el riesgo de recurrencia y determinan el tipo de tratamiento que debe ser administrado, ya sea quirúrgico o no.
“Hay más de 100 tipos de sarcoma, cada uno con sus patrones de comportamiento únicos, además la cirugía debe adaptarse, tomando en cuenta los diversos órganos afectados y lo que se requerirá para su reconstrucción”. En vista de demostrar la diversidad de casos y diferencias en el comportamiento de cada tumor, Allenson recapitula un caso clínico. Donde una mujer de 60 años con un tumor raro, recibió la recomendación de un grupo de cirujanos, incluyendo a Allenson, de someterse a radiación neoadyuvante, previo a la intervención quirúrgica, pero esta no demostró tener beneficio.
Pese a ello, la junta de expertos determinó que la paciente debía ser sometida a cirugía resección multivisceral compleja, que resultó exitosa. En esta, el doctor, Allenson y el doctor Charudatta Bavare, cirujano vascular del Hospital Houston Methodist, obtuvieron un control proximal y distal para acceder a los vasos sanguíneos. Posteriormente, extirparon el tumor en su totalidad y colocaron un parche pericárdico bovino, un injerto biológico obtenido del revestimiento procesado del corazón de una vaca, para restaurar la integridad de la vena cava.
Con el repaso de estos dos casos, el especialista del Hospital Houston Methodist evidencia como los nuevos tratamientos permiten tratar con sarcomas inusuales. A su vez, resalta la importancia de la inteligencia artificial como herramienta de diagnóstico y su eficiencia al ser aplicada, incluso en casos clínicamente raros.