La perimenopausia está en boca de muchas. Además de los tratamientos tradicionales para la menopausia, cada vez hay más píldoras y cremas de venta libre diseñadas para las personas que aún no han llegado a la menopausia.
Esta fase de transición antes de la menopausia comienza para la mayoría de las personas a los 40 años y suele durar varios años. Durante la perimenopausia, los cambios hormonales pueden desencadenar pérdida ósea y docenas de síntomas molestos como sofocos, problemas de sueño y cambios de humor.
Aunque la terapia hormonal y otros fármacos recetados pueden ayudar con algunos de estos síntomas, muchas personas buscan alternativas. «Ahí es donde entran en juego cosas como los suplementos, los productos no médicos», dice Mary Jane Minkin, ginecóloga y profesora clínica de la Facultad de Medicina de Yale (Estados Unidos).
Pero Minkin y otros médicos que tratan los síntomas de la perimenopausia dicen que la ciencia sobre muchos productos es turbia. «La mayoría de estos productos deben tratarse con un cierto grado de escepticismo», afirma Nanette Santoro, profesora y catedrática de obstetricia y ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado (EE. UU.).
He aquí lo que se sabe sobre los suplementos para la perimenopausia, así como lo que los expertos sugieren para aliviar los síntomas.
¿Qué es la perimenopausia y qué contienen estos suplementos?
Durante la perimenopausia, los ovarios producen menos hormonas femeninas, estrógeno y progesterona, y sus niveles aumentan y disminuyen de forma menos predecible que antes, lo que provoca periodos irregulares. La menopausia, por su parte, se define como la ausencia de menstruación durante un año.
Aunque la perimenopausia y la menopausia son dos etapas distintas, los términos se utilizan a menudo indistintamente, incluso en algunos envases de suplementos, dice Santoro.
Los productos que afirman ayudar con los síntomas de la perimenopausia suelen contener una mezcla de ingredientes, como vitamina B (para la energía, el estado de ánimo y más), vitamina D (para la salud ósea) y minerales como el zinc (para una piel y uñas sanas).
También se pueden encontrar hierbas como la maca y la popular Cimicifuga racemosa, cohosh negro o cimífuga, ambas supuestamente para combatir múltiples síntomas, así como fitoestrógenos, compuestos de plantas como la soja y el trébol rojo que son similares en estructura y función al estrógeno humano.
¿Funcionan los suplementos para la perimenopausia?
Los expertos afirman que no hay pruebas suficientes de que muchos de estos ingredientes puedan mejorar los efectos secundarios. Algunos no se han estudiado mucho. Y en el caso de los que se han estudiado más, los resultados suelen ser inconsistentes.
Por ejemplo, las revisiones de la literatura científica en 2012 y 2016 encontraron que ingerir extracto de cohosh negro no redujo significativamente los sofocos más que un placebo. Pero una revisión de 2017 concluyó lo contrario.
Minkin dice que los estudios de suplementos a menudo están muy por debajo del estándar para este tipo de investigación: grandes ensayos aleatorizados, de doble ciego y controlados con placebo que siguen a las personas a lo largo del tiempo.
Para complicar aún más los esfuerzos para recopilar datos fiables, dice Minkin, está el hecho de que los procesos de cultivo, extracción y producción de muchos ingredientes varían.
Por ejemplo, la soja, que a veces se comercializa como tratamiento para los sofocos. En 2023, la Sociedad de Menopausia concluyó que era difícil resumir los estudios que se habían publicado sobre la soja desde 2015 porque eran muy diferentes. Esos estudios probaron la soja usando una variedad de dosis, o combinada con diferentes minerales y vitaminas. También analizaron diferentes formas de soja, como bebidas y comprimidos.
En última instancia, la organización sin ánimo de lucro no recomendó la soja ni ningún otro suplemento evaluado (cápsulas de onagra, crema de ñame silvestre, etc.) como tratamiento para los sofocos.
Dicho esto, los expertos afirman que a veces recomiendan algunos suplementos a las personas que atraviesan la perimenopausia. Los suplementos de calcio, por ejemplo, pueden favorecer la salud ósea si no se ingiere suficiente a través de la dieta, al igual que la vitamina D, que se produce con menos eficacia a medida que se envejece, dice Karen Adams, profesora clínica de obstetricia y ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford (EE. UU.).
Además, hay «algunas pruebas» de que la melatonina puede mejorar el sueño, dice Adams, especialmente en personas mayores, pero esos estudios son pequeños y de corta duración. Los expertos también han advertido anteriormente a National Geographic que la melatonina sólo debe utilizarse a corto plazo.
Por supuesto, abundan las pruebas anecdóticas, y algunas personas juran que ciertos suplementos les han ayudado a aliviar los síntomas. Podría ser el efecto placebo, dicen los expertos. En el caso de los tratamientos para los sofocos, por ejemplo, los estudios han descubierto que más del 30% de las personas informan de mejoras con el placebo.
En cualquier caso, si los síntomas mejoran y ella cree que el suplemento es seguro, Minkin lo considera una victoria. «Me alegro de que funcione. Sigue usándolo», dice. Pero nos encontramos con otra complicación: ¿cómo podemos saber que un suplemento es seguro?
Qué hay que tener en cuenta antes de tomar suplementos para la perimenopausia
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) no aprueba la mayoría de los suplementos antes de que lleguen a los estantes, por lo que no hay garantía de que un producto funcione, de que no interactúe con los medicamentos o incluso contenga lo que sugiere su etiqueta. «Cualquier fabricante de suplementos puede afirmar lo que quiera», afirma Adams.
En Europa, la situación es similar ya que este tipo de productos no están tan vigilados como los medicamentos.
Un estudio de 2006, por ejemplo, descubrió que tres de los 11 productos de cohosh negro analizados no contenían cohosh negro, sino otra planta con flores llamada Actaea asiática.
Al considerar los suplementos para la perimenopausia, busca indicios que prueban los suplementos para verificar factores como la identidad y la pureza. Sobre todo sellos de aprobación de la Unión Europea, que tiene una extensa literatura y legislación disponible sobre los complementos alimenticios, pero que en su página web resalta que «el etiquetado, la presentación o la publicidad de los complementos alimenticios no pueden incluir declaraciones en el sentido de que el producto previene, trata o cura una enfermedad».
Alternativas para la salud y el alivio de los síntomas
Aunque muchos médicos no te recomendarán suplementos, puedes encontrar otros tipos de alivio avalados por expertos.
Los expertos señalan la intervención hormonal como la más eficaz para controlar los síntomas comunes de la perimenopausia. Algunos médicos prefieren la terapia hormonal (una píldora, un parche u otro producto que contenga estrógeno o una mezcla de estrógeno y progesterona, dice Minkin), mientras que otros no siempre la recomiendan, ya que la producción de estrógeno en personas que aún no han llegado a la menopausia puede ser alta. Los anticonceptivos hormonales son otra opción en esos casos.
Sin embargo, si prefieres saltarte el tratamiento hormonal o no eres una buena candidata para él (por ejemplo, las personas con antecedentes de coágulos de sangre no provocados o cáncer de mama u otros tipos de cáncer sensibles a los estrógenos), también puedes encontrar medicamentos no hormonales de venta con receta.
Algunas técnicas de cuerpo y mente también pueden ayudar.
Para aliviar los sofocos, la Sociedad de la Menopausia recomienda dos: la hipnoterapia, que consiste en sesiones de relajación profunda y atención focalizada destinadas a hacerla más sugestionable, y la terapia cognitivo-conductual, que se centra en identificar y sustituir patrones de pensamiento poco útiles.
Santoro señala que el ejercicio es «bueno para todo», aunque matiza que algunas pruebas demuestran que puede no reducir los sofocos. Y seguir una dieta equilibrada llena de alimentos integrales y no procesados puede controlar el azúcar en sangre, asegurar una ingesta adecuada de vitaminas y prevenir el aumento de peso que puede comenzar durante la perimenopausia, dice Santoro.
Por encima de todo, dice Minkin, es crucial consultar a un profesional de la salud bien informado que pueda ayudarte a navegar por las opciones, incluidos los suplementos.
«Siempre animo a los pacientes a acudir a fuentes fiables», añade; «y no basar las decisiones en lo que dice una estrella de cine».
Con información de National Geographic