A principios de los años 80 del siglo pasado, dos titanes se disputaban el liderazgo en la carrera por hacerse con el mercado de la informática de consumo: Apple y Microsoft. Tras esas dos corporaciones, había dos millonarios que han pasado a ser historia de la tecnología y de la gestión empresarial: Steve Jobs y Bill Gates.
Sin embargo, como cualquier otra persona, ambos comenzaron sus carreras profesionales buscando un empleo y haciendo un currículum con el que postularse a esos empleos. Hoy, esos currículums son parte de la historia de tecnología y analizarlos nos deja algunas lecciones. El periodista Jon Erlichman, ha compartido ambos documentos en su perfil de X.
Currículum de Steve Jobs, la sencillez de un formulario
Pese a demostrar a lo largo de su carrera una exquisita observación del detalle y su aprecio por la estética, el currículum de Steve Jobs mostraba un aspecto extremadamente sencillo.
El primer currículum del cofundador de Apple era una simple plantilla en la que había escrito los campos a máquina, para después rellenar a mano sus datos. En lugar de seguir los estándares convencionales, Jobs llenó los campos a su manera, reflejando su característica aversión a las normas establecidas.
Curriculum de Steve Jobs. Fuente: Jon Erlichman
Llama la atención que Steve Jobs dejara sin completar apartados esenciales del currículum, como su experiencia laboral o que ni siquiera dejara su número de teléfono para que la empresa pudiera contactar con él.
Es probable que el joven Jobs que rellenó ese currículum todavía no tuviera experiencia que acreditar. Como nadie nace con varios años de experiencia en cualquier profesión, en caso de ser el primer empleo y no poder aportar ninguna experiencia anterior, lo más recomendable es explicar cómo estás desarrollando habilidades relevantes para el trabajo. Desde la plataforma de empleo Indeed recomiendan enfatizar en qué materias te estás formando, labores de voluntariado, actividades extracurriculares o actividades que hayas realizado y describan tus valores éticos.
Por otro lado, aunque Jobs indicaba que tenía carnet de conducir y tenía acceso a un medio de transporte, aunque prefería no hacer uso de él.
Donde sí estuvo algo más explícito fue en el apartado destinado a describir sus habilidades e intereses, destacando su conocimiento en ingeniería de ordenadores, calculadoras y diseño electrónico, lo que más tarde se vería reflejado en sus aportes al diseño del Apple I.
El currículum del joven Gates ya esbozaba al actual Gates
Como la noche y el día, el currículum de Bill Gates es absolutamente lo opuesto al de Steve Jobs.
El joven Bill Gates adoptó por un enfoque más tradicional al elaborar su currículum y demostró haberle dedicado más tiempo que los dos minutos que debió tardar Jobs en completar el suyo. El documento se creó con una máquina de escribir, y aborda todos los campos que interesan a los reclutadores.
Currículum de Bill Gates. Fuente: Jon Erlichman
Con solo 18 años, Gates ya demostraba un nutrido conjunto de habilidades técnicas que no dudó en destacar, incluyendo una mención a que estaba cursando su primer año en Harvard y las brillantes notas que le habían llevado hasta allí.
Una de las características más llamativas del currículum del fundador de Microsoft era su detallado conocimiento de lenguajes de programación de la época: FORTRAN, COBOL y BASIC. Asimismo, Gates no olvidó mencionar su experiencia con sistemas informáticos avanzados como el PDP-10, PDP-8 y CDC-6400, lo cual era impresionante para alguien de su edad.
Sin embargo, y pecando de un cierto presentismo, Bill Gates cometió un error que en la actualidad probablemente le dejaría fuera de cualquier proceso de selección: incluir una valoración salarial de 35.000 dólares, lo cual era una suma considerable para la época.
A no ser que el reclutador o empresa lo solicite específicamente en la oferta de empleo, los currículums no deben incluir una expectativa salarial. Incluso en el caso de que sea el empleador quien lo solicite, no debe ofrecerse una cifra concreta, como indicaba Bill Gates en su currículum, sino un rango salarial para demostrar una cierta flexibilidad en ese ámbito.
Es más que probable que durante la posterior entrevista de trabajo con el reclutador surja esa cuestión, pero incluso en ese caso, con el proceso de selección ya avanzado, desde la plataforma de empleo T2W recomiendan no ser inflexible dando una cifra concreta, sino un rango salarial acorde con el puesto al que se postula.