Un chaval de 21 años montó una infraestructura comercial más sofisticada que la de muchas startups para vender información personal de millones de españoles

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Hace 14 horas Actualizado 29 Mayo 2025, 13:57

José Luis Huertas, alias Alcasec, no era solo un hacker. A los 21 años había construido «Udyat – El ojo de Horus«, una plataforma comercial que vendía datos robados con una sofisticación no tan lejana a la de Amazon o Netflix.
Por qué es importante. La detención de Alcasec ha sacado a la luz que España tenía un «mercado de datos» paralelo donde cualquiera podía comprar información personal segmentada como si fuera un servicio de suscripción al uso. Su modelo de negocio era indistinguible del de una startup legítima.
El contexto. Aunque mediáticamente es presentado como un hacker juvenil desde su detención en 2023, la realidad es más compleja. Alcasec había creado una infraestructura empresarial completa:
- Almacenamiento en la nube.
- Bot de atención al cliente en redes sociales.
- Segmentación de datos por perfiles.
- Y hasta un sistema de facturación en criptomonedas.
Los hechos. La plataforma ofrecía «servicios personalizados de consulta» a través de un bot cifrado. Los clientes podían comprar paquetes de datos individualizados según personas físicas o entidades jurídicas específicas. Como cualquier comercio electrónico moderno, pero vendiendo tu DNI, tu número de teléfono y tus datos bancarios.
Su «catálogo» incluía:
- Listados telefónicos completos.
- Clientes de operadoras.
- Abonos de transporte de Madrid.
- Registros de mascotas.
- Bases de datos de centros educativos.
- Información del Registro Civil.
En cifras. Alcasec facturó 1.866.175 euros a través de su plataforma. En sus dispositivos se encontraron 32,943 bitcoins. Entre diciembre de 2021 y febrero de 2022 recibió notificaciones de criptomonedas por valor de 365.000 euros.
Entre líneas. La participación del exsecretario de Estado Francisco Martínez no era casual. La red utilizaba su figura para aparentar ser una consultoría legítima de seguridad, blanqueando así su operativa criminal mediante estructuras societarias.
La Policía define la organización como «una amenaza estructural con capacidad de desestabilización económica y estratégica». No exageran. Habían conseguido que instituciones públicas fueran vulneradas sin darse cuenta, convirtiendo sus bases de datos en un supermercado online.
Profundiza. Lo más preocupante es la escalabilidad del modelo. Alcasec no necesitaba hackear cada vez que quería dinero. Había automatizado el proceso: los sistemas robaban datos continuamente, la plataforma los clasificaba automáticamente y el bot atendía clientes 24/7. Un negocio que funcionaba solo.
La diferencia entre Alcasec y una empresa tecnológica normal es que una vende servicios legales y la otra datos ilegales. Concretamente, tu vida privada.