“Google es un monopolio”. La cita anterior corresponde a un fallo publicado este lunes por el juez federal Amit Mehta. El magistrado estadounidense llegó a la conclusión de que la compañía infringió la Ley Sherman con sus prácticas en los mercados de búsqueda y publicidad. Se trata de un caso cuya magnitud no habíamos visto desde hace más de dos décadas cuando Estados Unidos demandó a Microsoft.
Estamos frente a una derrota histórica que hace tambalear el poder del gigante de las búsquedas y que, según como concluya el caso, puede producir cambios significativos en la estructura operativa de la compañía. El Departamento de Justicia le había demandado en octubre de 2020 por, entre otras cosas, pagar a firmas como Apple o Samsung para ser el motor de búsqueda por defecto en sus dispositivos.
La consolidación del “poder monopólico” de Google
Mehta considera que Google ha conservado su posición en el mercado de las búsquedas en general al construir elevadas barreras para la competencia. Una de las estrategias que ha utilizado para conseguirlo es asegurándose un lugar como motor de búsqueda por defecto en un amplio abanico de dispositivos. Según explica el texto, la mayoría de los usuarios utiliza los ajustes de búsqueda predeterminados.
No se ha anunciado públicamente cuándo dinero desembolsó Google el último año por sus acuerdos de buscador predeterminados. No obstante, en el juicio se mencionó que la compañía liderada por Sundar Pichai pagó 26.30 millones de dólares en 2021. Una auténtica barbaridad que, según el juez, “cerró una parte sustancial del mercado de la búsqueda general y perjudicó las posibilidades de los rivales para competir”.
Mehta, cabe señalar, rechazó algunas de las acusaciones del Departamento de Justicia contra Google. En su fallo señaló que la compañía no tiene poder monopólico sobre el mercado de la publicidad de búsqueda general, donde otros gigantes como Amazon y Walmart ofrecen anuncios en sus propios sitios web. Eso sí, dijo que tiene el monopolio de los anuncios de texto que aparecen justo a los resultados de búsqueda.
Si bien, como decimos, se trata de un fallo histórico, todavía tendremos que esperar para saber qué impacto tendrá en Google. Como recoge Bloomberg, el Departamento de Justicia todavía no ha dado pistas de los cambios que perseguirá, pero el medio señala que se podría exigir la separación de ciertas unidades de negocio relevantes. Por ejemplo, apartar el negocio de las búsquedas de Android o Chrome.
Google todavía debe enfrentarse en un caso por separado con el Departamento de Justicia por su negocio publicitario. Este departamento, asimismo, ha emprendido acciones legales por monopolio contra Amazon, Apple y Meta, por lo que todo parece indicar que tendremos años bastante interesantes en todo lo relacionado al control de las grandes tecnológicas en Estados Unidos y sus posibles consecuencias.