Durante las últimas dos semanas hemos vivido diferentes situaciones globales, que tuvieron a los inversores del crudo en ascuas y la reunión de la OPEP+ supuso aletargar esa preocupación. Entre el inestable cese al fuego entre Israel y Hezbolá, la declaración y revocación de la ley marcial en Corea de Sur y el levantamiento en Siria que ha terminado con la caída del régimen de Bashar al-Assad, las tensiones geopolíticas dominan el sentimiento del mercado.
Antes de la reunión. La Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados, liderados por Arabia Saudí y Rusia, ha tenido que reunirse para debatir diferentes desafíos. En primer lugar, la pérdida de participación del mercado ya que otros países no pertenecientes como Estados Unidos, Brasil y Guyana han producido más petróleo debido a los precios altos. Por otro lado, Arabia Saudí ha tenido que elevar el precio del barril a 80-90 dólares para evitar déficits presupuestario y seguir en la inversión de su programa Visión 2030.
Por último, las perspectivas económicas globales son inciertas, particularmente en China, existe un riesgo de exceso de oferta si los recortes se alivian demasiado pronto. Además, con la llegada nuevamente de Donald Trump a la Casa Blanca ha producido una incertidumbre adicional, ya que sus políticas arancelarias también afectarían a la demanda global.
La reunión. En comunicado de prensa, la OPEP+ ha decidido retrasar el aumento planeado de la producción de petróleo recortando adicionalmente 2,2 millones de bdp hasta abril de 2025, en lugar de hacerlo en enero de ese mismo año. Además, el grupo ha extendido los recortes de producción actuales de 2 millones de bdp y 1,65 millones de bdp hasta finales del año 2026. Sin embargo, los Emiratos Árabes Unidos van a poder aumentar su producción en 300.000 bdp gradualmente desde abril hasta finales de septiembre de 2026 antes de lo previsto, una medida para seguir manteniendo la cohesión de grupo.
La decisión fue tomada en un contexto en la que la economía global muestra signos de enfriamiento, lo que reduce la demanda de petróleo. Como venían analizando, el aumento de la producción de otros países fuera de la OPEP+ ha generado una presión para que mantengan los recortes y así estabilizar los precios. Por último, los precios bajos del crudo de Brent que hasta ahora se habían mantenido entre los 70 y 80 dólares por barril, pero también ha llegado a mínimos de 69$ en septiembre de este año, lo que refleja un mercado más débil de lo esperado.
¿Qué países quedan exentos? No todos los países pertenecientes a la OPEP+ tienen que sumarse al recorte. Algunos países como Venezuela, Irán y Libia han quedado exentos del compromiso de rebajar sus extracciones por las limitaciones en su actividad petrolífera por sanciones o conflictos armados.
El futuro del petróleo está sujeto al corto plazo con las medidas que ha tomado la OPEP+. Esta decisión queda sujeta a los factores externos, como la recuperación económica, el aumento de producción por parte de países no miembros, la llegada de Donald Trump y los estímulos económicos en China para mejorar la demanda.
En cambio, los ajustes internos como el aumento de producción a Emiratos Árabes Unidos, muestra una clara necesidad de cohesión entre los miembros. En definitiva, un aumento en los precios beneficiaría a las economías dependientes de exportaciones de petróleo, pero perjudicaría a los países importadores al elevar sus costos energéticos. La próxima reunión ya tiene fecha: 28 de mayo de 2025, hasta ese día y con lo acontecido recientemente en Siria pueden ocurrir muchas cosas.