Hoy es 30 de Enero de 2025, Chihuahua, MX.

2023 y 2024 fueron años extremadamente cálidos a nivel global. Las temperaturas atmosféricas batieron récords y superaron los límites autoimpuestos por la comunidad internacional en materia de calentamiento global. Esto es solo parte de la historia.

Acelerón climático. Porque los océanos no se quedan atrás en este ascenso de las temperaturas. Según un nuevo estudio, los océanos no solo están calentándose, sino que se calientan a un ritmo mucho mayor que hace años.

Si durante la década de 1980 el ascenso promedio de la temperatura de la superficie del océano fue de 0,6º Celsius por década, el ritmo actual alcanza los 0,27º por decenio. Esto representa un aumento del 350% en los últimos 35 años.

“Si los océanos fueran una bañera de agua, entonces en los 80, el grifo de agua caliente soltaría agua despacio, calentando el agua solo una fracción de un grado cada década. Pero ahora el grifo del agua caliente funciona mucho más deprisa y el calentamiento se ha acelerado. La forma de reducir ese calentamiento es cerrando el grifo, reduciendo las emisiones de carbono y dirigiéndonos al cero-neto”, explicaba en una nota de prensa Chris Merchant, quien lideró la elaboración del estudio.

Doñana lleva décadas al borde del precipicio. Ahora tenemos un experimento para ver si podemos rehacerla desde cero

Cuestión de equilibrio. Según explica el equipo responsable del estudio, el problema puede interpretarse como una falta de balance energético: la energía solar capturada por la Tierra es mayor que la que sale de nuestro planeta al espacio exterior. Por tanto, el sistema se calienta progresivamente.

Son diversos los factores que influyen esta acumulación de energía, como la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera o una reducción en la cantidad de luz solar que nuestro planeta refleja al exterior.

Interacción de factores. Dentro del propio sistema, también podemos observar la interacción de diversos fenómenos. La temperatura de la superficie marina afecta, por ejemplo a la temperatura atmosférica y es por ello, al menos en parte responsable del incremento de las temperaturas globales observadas en los últimos dos años.

Por ejemplo, sabemos que El Niño, un fenómeno asociado a la temperatura superficial en una franja del océano Pacífico pero con repercusiones meteorológicas globales. El Niño es un fenómeno periódico por lo que podemos desgajar su impacto en otros fenómenos. Comparando el último periodo (marcado por el fenómeno de El Niño) con el ciclo anterior, y pudo estimar que el 44% del aumento en la temperatura global era atribuible a esta aceleración en la acumulación de calor por parte del océano.

Los detalles del estudio fueron publicados en un artículo en la revista Environmental Research Letters.

Riesgo también sobre tierra firme. La temperatura de la superficie del mar tiene repercusiones en la meteorología y en la recurrencia de los fenómenos extremos. El caso de los huracanes es paradigmático. La energía térmica del océano es el “combustible” de estos fenómenos, por lo que su frecuencia y fuerza dependen en buena parte del calor en la superficie marina.

Más cerca, el impacto de la última DANA también fue asociado al cambio climático. En este caso, el calor de la superficie marina y del aire contiguo generan una mayor acumulación de humedad en el aire y abren la vía a un mayor contraste térmico que genera a su vez tormentas de mayor magnitud.

About Author

Editor

WhatsApp