El momento en la historia se asemeja a la escena en la que una familia queda con el notario para repartirse el testamento de un familiar fallecido, solo que aquí no había ningún muerto y se trataba de un continente entero: África. El 15 de noviembre de 1884 se reunieron en Berlín doce países europeos, más el Imperio turco y Estados Unidos. Había que cortar el “pastel” africano para evitar encontronazos. Por supuesto, allí no había nadie representando al pueblo africano.
El mapa. La obra que tenemos en portada y que veremos más adelante es fascinante porque nos muestra como pocas veces lo diferente que era el continente africano antes de que Europa decidiera colonizarlo como le vino en gana. Un escenario impactante delimitado por fronteras estatales, etno-tribales, internas, y formado por cientos de reinos/países y más de mil tribus repartidas.
No solo eso. Como observamos también, había una serie de principales potencias africanas. A saber: Jedifato de Egipto, Imperio Etíope, Imperio de Gaza, Reino de Congo, Califato de Sokoto y Sultanato de Zanzíbar, además de algunas colonias europeas (de Francia, Reino Unido y Portugal). Pero había mucho más, por supuesto.
Un primer vistazo. Antes del reparto de África tras la Conferencia de Berlín de 1884-1885, el continente africano era un mosaico diverso de reinos, imperios, tribus, sultanatos y confederaciones, todos con su propia organización política, social y cultural profundamente compleja. Pensemos que el mapa en ese momento era muy distinto al de hoy, pues gran parte del territorio no estaba bajo control directo de las potencias europeas y se organizaba en entidades locales autóctonas.
Estructura política y cultural precolonial. Como decíamos, antes de la colonización europea estaba dividida en cientos de entidades políticas independientes. Había grandes imperios, pero también ciudades-estado prósperas y regiones controladas por tribus o confederaciones tribales. A modo de resumen, aquí van algunos de los principales reinos y culturas del continente antes de que Europa se repartiera el “pastel”, junto al mapa que escenifica el momento de la historia:
Imperios del África Occidental
- Imperio de Sokoto: En lo que hoy es el norte de Nigeria, el califato de Sokoto fue una gran teocracia islámica fundada por Usman dan Fodio a principios del siglo XIX. Controlaba vastos territorios del Sahel y era un importante centro religioso y económico.
- Reino Ashanti: En la actual Ghana, los Ashanti eran un poderoso reino que prosperaba gracias a su organización militar y su control del comercio de oro y esclavos.
- Imperio de Benín: Ubicado en lo que hoy es Nigeria, el Imperio de Benín era conocido por su arte en bronce y marfil y por su próspera capital, Benín, una de las ciudades más avanzadas de su tiempo.
Regiones del Sahel y el Cuerno de África
- Imperio de Etiopía: Etiopía, bajo la dinastía salomónica, fue uno de los pocos reinos africanos que resistió la colonización europea durante el reparto de África. Era un imperio cristiano con una rica historia que se remonta a miles de años.
- Sultanato de Zanzíbar: En la costa oriental, Zanzíbar era un sultanato islámico que controlaba el comercio de esclavos y especias en el Océano Índico. Tambié fue un importante punto de comercio con los árabes y europeos.
- Reino de Buganda: En lo que hoy es Uganda, el reino de Buganda era una confederación tribal que tenía un sistema monárquico altamente organizado, con una fuerte estructura central y una economía basada en la agricultura.
África Central y del Sur
- Imperio Luba y Lunda: Hoy es el Congo y Angola, antes los imperios Luba y Lunda, que controlaban vastas áreas y eran conocidos por su organización política avanzada y sus intercambios comerciales.
- Reino Zulu: Nos desplazamos hasta la región sureste de África, el Reino Zulu, bajo el mando de Shaka Zulu, que consolidó un imperio militarmente poderoso que desafió la expansión europea en el siglo XIX.
Norte de África
- Reino de Marruecos: En aquel entonces, Marruecos ya era un reino islámico independiente que ya había establecido relaciones diplomáticas con Europa. Y sí, también controlaba grandes territorios del Sahara.
- Egipto: Controlado por los otomanos y bajo la administración del virrey Mehmet Ali, Egipto era un importante centro de poder en el noreste de África, con dominio sobre Sudán.
Diversidad tribal y étnica. Además de los grandes reinos e imperios descritos anteriormente, África estaba compuesta por miles de grupos étnicos y tribus. Dichos grupos no se organizaban necesariamente en estados centralizados, sino en clanes o confederaciones tribales que mantenían su autonomía. Cada tribu o etnia tenía su propio idioma, costumbres, sistema de gobierno y formas de resolver conflictos.
Algunos de los grupos tribales más conocidos eran los Maasai, sociedad seminómada que vivía en lo que hoy es Kenia y Tanzania, y famosa por su estilo de vida guerrero y cultura pastoral. También los Tuareg, tribu bereber del Sáhara, conocida por su vida nómada en el desierto y por ser comerciantes del famoso «oro azul» (el índigo). Por último, no podemos olvidarnos de los Yoruba, en lo que hoy es Nigeria, una sociedad «urbana» avanzada con ciudades-estado como Ife y Oyo.
Otro versión del mapa de África antes de la conferencia en 1882
Economía y comercio. Antes de la colonización, el continente tenía una economía diversa y próspera, basada principalmente en el comercio regional y transcontinental. En este punto de la historia africana, el comercio de oro, marfil, especias, esclavos y textiles conectaba regiones africanas con el mundo árabe, Europa y Asia.
Además, algunas rutas comerciales importantes incluían la del Trans-Sahara, que conectaban África Occidental con el norte de África y el mundo árabe, permitiendo el comercio de oro, sal y esclavos, y las del comercio del Océano Índico, en la que la costa oriental de África servía para que ciudades como Zanzíbar, Sofala y Mombasa comerciaran con los árabes, persas e indios, exportando marfil, esclavos y especias.
¿Y Europa? Lo decíamos al inicio, antes de la Conferencia de Berlín, el control directo europeo sobre África era limitado a algunas colonias costeras como Argelia (bajo control francés desde 1830), Sudáfrica, con presencia británica y holandesa desde el siglo XVII, y Angola y Mozambique, bajo dominio portugués. Plus: algunas ciudades comerciales controladas por británicos o franceses en África occidental y oriental.
Sea como fuere, el interior del continente africano era en gran parte desconocido y no había sido explorado ni reclamado por las potencias europeas. Muchos expertos apuntan a que la exploración de África por parte de figuras como David Livingstone o Henry Morton Stanley fueron los que despertaron ese interés europeo en la expansión territorial que desembocó en la Conferencia de Berlín.
De cuántos países y tribus estamos hablando. Es difícil indicar un número porque antes de la conferencia el continente africano no estaba dividido en «países» como tales, al menos en el sentido moderno de la palabra, con fronteras fijas y gobiernos centralizados. En su lugar, estaba compuesto por esos cientos de reinos, imperios, sultanatos, confederaciones tribales y sociedades autónomas.
Es más, debido a esta falta de un sistema de fronteras modernas, es difícil dar una cifra exacta de cuántas entidades políticas existían, pero se estima que había entre 80 y 100 principales entidades políticas organizadas, que incluían reinos grandes y pequeños, imperios y ciudades-estado. Lo más parecido a los «países» modernos.
En cuanto a las tribus, el número es aún mayor. Se calcula que, en ese período, había más de 1.000 tribus o grupos étnicos distintos, cada uno con su propio idioma, cultura y formas de organización social y política. Grupos que variaban enormemente en tamaño, desde pequeñas tribus de unas pocas aldeas hasta vastas confederaciones de clanes o reinos tribales que dominaban enormes extensiones de territorio.