“Cuna vacía” representa la ausencia de un ser querido, los sueños, esperanzas y futuros que se quedaron sin cumplir. En 2023, México registró 23 mil 500 muertes fetales, que causan un impacto psicológico en los progenitores y que regularmente no es atendido correctamente por los profesionales de la salud, generando depresión, ansiedad y otros síntomas que pueden durar un tiempo prolongado.
Es por lo anterior que la diputada del Grupo Parlamentario de Morena, Jael Arguelles Díaz, presentó una iniciativa para crear Ley de Procedimientos Médicos y Asistenciales para la Atención de Mujeres y Personas Gestantes Frente a Casos de Muerte Fetal, la cual busca dotar al personal médico procedimientos estandarizados que faciliten la atención de quienes sufren una pérdida perinatal.
Asimismo, pretende darles a las mujeres y personas gestantes la oportunidad de atravesar la pérdida en un ambiente cuidado, con el acompañamiento de especialistas en la materia. De igual manera, brindarles el derecho a recibir información sobre las intervenciones médicas, a ser internadas en un servicio que no corresponda a un área de maternidad, a un trato respetuoso y personalizado, a tomar contacto con el cuerpo sin vida en caso de que lo deseen y a designar un acompañante o respetar la decisión de no ser acompañadas.
Ante el pleno, Argüelles Díaz, señaló que las mujeres y las parejas que sufren la mortalidad fetal tienen índices superiores de depresión, ansiedad y otros síntomas psicológicos que pueden durar un tiempo prolongado.
“Para muchas mujeres, la pérdida de un hijo y la atención que reciben posteriormente tendrán consecuencias sobre su perspectiva de la vida y la muerte, su autoestima e incluso su propia identidad. Muchas mujeres que sufren una muerte fetal tratan de evitar estar con otras personas o participar en actividades sociales, de forma que se aíslan y agravan los síntomas depresivos a corto y largo plazo”, explicó.
La propuesta busca garantizar la atención integral y multidisciplinaria de la muerte gestacional y perinatal; capacitación permanente del personal profesional, auxiliar y técnico de la salud para abordar la muerte fetal y perinatal; derecho al acompañamiento; donación de leche, es decir, orientación necesaria de los procesos de donación y no sólo de inhibición fisio o farmacológica de la lactancia; días de duelo y descanso del trabajo.