SERÁ LA SEMANA entrante, lo más probable el miércoles 23, aunque eso todavía está en veremos conforme al emparejamiento de agenda, pero sí o sí, el secretario General de Gobierno, Santiago de la Peña, acudirá al Congreso del Estado para comparecer respecto al tema del transporte público, luego de que así lo solicitaran los diputados de Morena, quienes desde la pasada Legislatura han agarrado esa cuestión para criticar a diestra y siniestra, a pesar de los avances logrados en esa materia, que si bien las quejas no se resuelven de un día para otro debido las múltiples aristas que convergen en torno al transporte público, la mejoría es notoria, sobre todo en Ciudad Juárez tras el arranque del Juárez Bus, en especial tras el caos que dejó el exgobernador panista y hoy senador morenista Javier Corral.
Además, la intención de Santiago de la Peña es también acudir a aclarar y desmentir el rumor mal intencionado de que el costo del transporte público se elevaría en el 2025, un rumor que surgió para golpetear políticamente al Gobierno del Estado, así que con muchas respuestas llegará De la Peña al Congreso local… y a ver con qué le salen los morenistas.
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YA QUE ANDAMOS con el secretario General de Gobierno, Santiago de la Peña, y apenas fue confirmada la designación de Jorge Puentes como coordinador de Desarrollo Municipal, la cual depende de la Secretaría a cargo de Santiago, éste de inmediato se reunió con el nuevo funcionario, quien por cierto ayer mismo acudió a su primer evento público como tal, pues anduvo en la instalación de la Comisión de Desarrollo Municipal y Fortalecimiento del Federalismo, la cual preside el diputado morenista Pedro Torres, mismo que al presentar a Puentes desconocía el puesto que ahora ocupa.
La llegada de Puentes a ese importante espacio, dicen los malosos enterados del asunto, fue una lucha de poder a poder entre el secretario de Desarrollo Humano, Rafa Loera y el fiscal General César Jáuregui, ya que desde los oscuros sótanos de la FGE, y mediante operadores del PRI, como Luis Fernando Chacón, se intentó posicionar a Iván Ortega en la privilegiada posición.
Al final del día la oleada panista, pero esa que no atiende a oscuros grupúsculos, terminó imponiéndose en el ánimo de la gobernadora Maru Campos para decantarse por el aguerrido azul, quien hoy será una pieza clave para el chamaco Loera, pero sin duda una verdadera piedra en el zapato para muchos azules que pertenecen a la llamada ultraderecha.
Jorge Puentes, hay que decirlo, ha transitado como rebelde e ingobernable, pero lo cierto es que no hay un posicionamiento que se le pueda rebatir por incongruente. En ocasiones da fuertes desconocidas hasta a los de casa, pero hasta la fecha no tiene la etiqueta de traidor o desleal. Esas dos características a últimas fechas muy desgastadas y cuyos valores son -hoy más que nunca- difícil de encontrar en las filas del bolillazo… sobre todo cuando los tiempos de cambio se avecinan como tempestad política.
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EL QUE SE puso bien chihuahuense es el diputado local de Movimiento Ciudadano, Francisco Sánchez, quien hoy presentará una iniciativa de reforma que pretende blindar a la Constitución Política del Estado de Chihuahua en contra de las reformas constitucionales que Morena y sus aliados fraguan allá en San Lázaro y en el Senado, lo que ha traído a la Carta Magna de cabeza y por tanto, Sánchez Villegas buscará que ese “reformismo” de la 4T no tenga efectos en Chihuahua al reformar el artículo 202, lo que impediría que el Congreso del Estado tenga que homologar las reformas que ya realizaron Morena y sus aliados a nivel federal. Sin embargo, para que eso suceda y el diputado naranja logre su cometido se requiere mayoría calificada, y lo más seguro es que los legisladores locales morenistas lo bateen, pues por más que Sánchez Villegas afirme que “antes que militantes de un partido son chihuahuenses”, eso no aplica para los morenos, quienes en múltiples ocasiones han puesto a su partido, a su mesías y a la 4T por encima de los intereses de Chihuahua.
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AHORA SÍ QUE quien tampoco se volvió a quedar callado ante la guerra sucia que han emprendido en su contra por la adquisición de una vivienda, es el alcalde Marco Bonilla, el cual le recordó a la diputada morenista Brenda Ríos, que quien también debería explicar la compra de su casa es ella, pues resulta que la legisladora posee una vivienda en el mismo sector que el Alcalde, pero al parecer mucho más lujosa y por tanto más cara, por lo que pareciera que en el morenismo, en donde supuestamente se rigen bajo la “austeridad republicana”, no aplica el explicar la compra de casas de lujo, y como ejemplo está la propia diputada Brenda Ríos, el exdirector de la CFE, Manuel Bartlett, la gobernadora electa de Veracruz, Rocío Nahle o el hijo de AMLO que vive en Texas. Así las cosas con la doble moral de la 4T.
