Quito. Un fuerte viento de verano propagó este miércoles el olor a quemado en Quito, en «emergencia» ante 27 incendios forestales desatados el martes en medio de la peor sequía en Ecuador en 61 años y que dejan seis heridos y siete viviendas afectadas.
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) local «acaba de declarar el estado de emergencia a nivel metropolitano», anunció el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, quien encabeza el organismo.
La medida permitirá por ejemplo gestionar ante la banca multilateral préstamos por 500 mil dólares para la reconstrucción de bienes afectados y la recuperación de la flora afectada por 27 quemas que se registraron el martes, agregó.
Un balance previo daba cuenta de cinco incendios registrados en la capital ecuatoriana. «Seguimos pasando por momentos muy duros, de mucha tensión», afirmó Muñoz en una declaración a la prensa. A pesar de que aún se mantienen algunos focos, «hemos logrado contener la mayor cantidad de estos flagelos», apuntó.
«Quito se encuentra bajo ataque», declaró antes a la prensa Carolina Andrade, secretaria de Seguridad del municipio.
Las autoridades, que sospechan que los siniestros fueron provocados, informaron de la detención de un joven de 19 años que fue encontrado con un galón de combustible.
Reactivación de incendios
Cerca del mediodía del miércoles, en el barrio Bellavista, al este de la capital, cayó ceniza y vecinos gritaban desesperados pidiendo agua por la reactivación de las llamas, constataron periodistas de la Afp.
En la mañana, una bruma cubrió el cielo y la fetidez del humo impregnó el interior de algunos edificios.
«Quise salvar algo, pero no encontramos nada. Encontramos tal cual como está ahorita, hecho cenizas. Perdimos todo, ropa. Quedamos solo con esta parada (muda de ropa)», expresó a la Afp Alexis Condolo, un mecánico de 23 años que se quedó sin casa.
El fuego empezó a arder en el cerro Auqui, en la periferia oriental, donde sigue activo. Las llamas también afectaron el Parque Metropolitano Guangüiltagua (uno de los más grandes de la ciudad) y bosques que rodean las zonas residenciales de Guápulo, Bellavista y González Suárez.
Ecuador no escapa a los incendios que azotan a la región.
Según el Observatorio Regional Amazónico, en los últimos cinco años, el fuego ha destruido cerca de medio millón de hectáreas de la Amazonía, en particular en Brasil y Bolivia, aunque la última semana fue particularmente dura para Perú, donde murieron 16 personas y más de 140 resultaron heridas.
Patrimonio amenazado
En las áreas de los incendios hay bienes patrimoniales como la Fundación Guayasamín, que administra el legado del fallecido pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín (1920-1999), considerado el máximo exponente del expresionismo indígena.
Las autoridades no han reportado daños en el complejo cultural Guayasamín, las coloniales iglesia de Guápulo y una casa en la que está el archivo fotográfico del estatal Instituto de Patrimonio, que no fueron alcanzados por las llamas.
Hay «cuatro personas heridas, dos adultos y dos menores de edad», entre ellos un bebé de un año que sufrió quemaduras, informó Andrade. La víspera, Muñoz reportó dos bomberos heridos en tareas de evacuación.
La emergencia en Quito obligó al despliegue de 2 mil bomberos, militares y socorristas. De manera preventiva 107 familias fueron evacuadas y siete viviendas resultaron afectadas.
Por el humo «tuve que dormir con mascarilla y pañitos húmedos encima» del mismo tapabocas, relató a la Afp Claudio Otalima, de 82 años, en cuya modesta vivienda estalló un tanque de gas por el calor.
«A los pirómanos los vamos a buscar hasta debajo de las piedras», expresó Muñoz y tildó a los incendios de «criminales» y «terroristas».
Tapabocas por contaminación
Ecuador afronta incendios forestales en medio de una «crisis hídrica», que también ha derivado en problemas agrícolas, afectación del suministro de agua potable y racionamientos de electricidad de hasta 12 horas diarias. Los embalses de centrales que cubren un 70 por ciento de la demanda nacional están en niveles históricamente bajos.
La situación ha llevado al gobierno a declarar en alerta roja a 20 de las 24 provincias.
La emergencia llevó el martes al presidente Daniel Noboa a cancelar su intervención en la Asamblea General de la ONU para regresar desde Nueva York.
Las autoridades extendieron hasta el viernes la suspensión de clases y la modalidad de teletrabajo para entidades municipales y gubernamentales en la ciudad ante la «mala calidad» del aire en Quito.
«Los niveles de contaminación (en el aire) son insalubres» en las zonas cercanas a los fuegos, indicó la secretaría municipal de Ambiente.
En las calles, pobladores usan mascarillas para protegerse.
Desde hace tres semanas sendos incendios forestales rodean a la capital, donde el cabildo estima que el 99 por ciento de las quemas son provocadas.
La sequía en Ecuador ha originado 3 mil 300 incendios forestales este año, con saldo hasta el martes de casi 38 mil hectáreas de vegetación arrasadas, 14 personas heridas y otras 797 damnificadas, de acuerdo con la secretaría de Riesgos.