Hoy es 21 de Septiembre de 2024, Chihuahua, MX.

Cuatro de la mañana. Plena ola de calor. Entre sudores y noches toledanas, procedo a acceder a mi TikTok para ver con qué puede entretenerme la red social. Los vídeos de felinos vuelven a colonizar mi pantalla. Michis asustadizos, otros que se caen y se levantan al instante, o aquellos que incluso se enfurecen, los hay de todo tipo. Pronto me pregunto por qué ninguna película ha explotado este fenómeno y me pongo a investigar hasta que doy con el título definitivo: CatVideoFest.

A comienzos del mes de agosto, este metraje aterrizaba en Norteamérica al recopilar 73 minutos de duración con vídeos de gatos de alrededor de todo el mundo. Se trata de «una experiencia comunitaria alegre, solo disponible en cines y que recauda dinero para los gatos necesitados» y que se repite anualmente, como señalan desde su propia página web

Esta especie de ‘michievento’ lleva celebrándose desde hace años, pero ninguno con tanto esplendor como la edición presente. La organización ya lleva recaudados más de 280.000 dólares en 2024, siendo 30.000 de ellos íntegros para refugios de animales y otras organizaciones que promulguen el bienestar animal. El éxito del filme ha sido tal que muchas salas han decidido programar nuevas fechas para seguir sumando adeptos, mientras que su desembarco en Europa está cerca.

Detrás del CatVideoFest encontramos a Will Braden, quien asumió el cargo de director en 2016 y confiesa que hasta un tercio del año lo gasta recopilando nuevos clips de mininos, así como pidiendo permisos a sus dueños para que todos puedan disfrutar de ellos. 

«Es mi trabajo de tiempo completo. Mi tarjeta de presentación dice que veo vídeos de gatos, aunque diré que mi esposa es maestra de primaria en una escuela pública y gana un poco más que yo al año», confiesa Braden entre risas para Variety

De hecho, el estadounidense, graduado en 2006 por el Instituto de Cine de Seattle, también participó anteriormente con su propia serie de cortometrajes centrada en Henri, un gato francés deprimido y que se preguntaba su propia existencia. «No tenía este plan cuando estaba en la escuela de cine, pero definitivamente no pensaba que fuera a ser el próximo Martin Scorsese.Mientras la gente se ría y recaudemos dinero para los gatos necesitados, tendré el mejor trabajo del mundo mientras pueda», agrega Braden.

En este festival hay sitio para toda clase de felinos: gatos gruñones, gatos luchadores o gatos mimosos, los que tocan el piano o los que cabrean a los perros, o aquellos quienes hacen parkour al más puro estilo The Office.  Tras visionar hasta 15.000 vídeos, Braden se queda cada año con unos 200 de ellos que conquistan al público de todas las edades. Si algo nos une a todos es el ronroneo de nuestros mininos y sus comportamientos erráticos.

Información tomada de 20 minutos

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