Mediante la resolución 71 0/2024 publicada ayer en el Boletín Oficial de la República Argentina, se creó una unidad de Inteligencia Artificial aplicada a la Seguridad (UIAAS) para imponer el “patrullaje de las redes sociales abiertas, aplicaciones y sitios de Internet, así como la llamada Internet profunda o Dark-Web” lo que pemitirá “analizar actividades en redes sociales para detectar amenazas potenciales, identificar movimientos de grupos delictivos o prever disturbios”, entre otras funciones.
La UIAAS estará bajo el control del Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich -que no tiene experiencia alguna en este sistema pero que ya lo ha utilizado- y operará dentro de la Dirección de Ciberdelito y Asuntos Cibernéticos.
La creación de esta Unidad -anunciada desde hace más de dos meses pero que pasó desapercibido en los medios locales, aunque se publicó en este periódico- agrava la situación en vigilancia y persecución de los sectores que enfrentan al gobierno del ultraderechista presidente Javier Milei.
Incluso en estos momentos se citan extraños movimientos, entre ellos el allanamiento de la vivienda de un joven en un barrio de Buenos Aires, en base a un diálogo que mantuvo en la red social Instagram en el que, supuestamente, amenazaba con dispararle en la cabeza al presidente Milei.
Bullrich solicitó a la Justicia Federal autorizar el allanamiento, con una movida policial asombrosa, para acceder a las redes sociales que manejaba el joven detenido. De acuerdo a la ministra esto demostró “un pensamiento ideológico con vínculos comunistas, que podrían llegar a realizar acciones que atenten contra el orden público”.
¿Es o no una persecución política como ha sucedido con otros?, es la pregunta que se hacen aquí. También se recuerda un anuncio hecho por Bullrich al comenzar este año, diciendo que el ministerio de Seguridad había descubierto e impedido un plan, en el que estaban involucrados tres hombres de origen sirio-libanés, para atentar contra el gobierno.
Luego de haber sido detenidos y acusados de preparar un atentado, los tres fueron puestos en libertad por un juzgado federal porque no se pudo encontrar ninguna prueba.
Lo grave es que los detenidos no tenían ninguna actividad política: uno era peluquero en el municipio de Avellaneda, provincia de Buenos Aires; otro un jugador de pin pon y el tercero, un usuario de redes sociales. Algo increíble, ante lo cual ni siquiera se disculpó la funcionaria.
Cuando Bullrich tenía el mismo cargo en la administración de Mauricio Macri detenía a cualquiera, como hizo con dos jóvenes creadores de una cuenta falsa en Twitter, donde advertían sobre supuestos atentados, que nunca sucedieron.
Así han resultado “sospechosos peligrosos” quienes simplemente disienten con la política gubernamental, mientras que la presidencia ha creado centenares de trolls que se dedican a amenazar a quienes denuncian y rechazan las políticas de Milei.
La resolución también prevé el uso de la Inteligencia Artificial para el “reconocimiento facial”, una tecnología que fue aplicada por la derechista Propuesta Republicana (PRO) en la Ciudad de Buenos Aires. Hubo denuncias y sentencias de inconstitucionalidad por parte del Poder Judicial, y ahora se avanza en la posibilidad de “analizar imágenes de cámaras de seguridad en tiempo real”.
Otra de las tareas a asumir por el ministerio de Seguridad es “patrullar mediante drones áreas extensas, proporcionar vigilancia aérea y responder a emergencias”. Pero hay una cantidad de otras posibilidades que permiten un espionaje masivo, incluyendo la elaboración de listas de personas peligrosas que, en este país con tantas dictaduras vividas, se entienden como una vigilancia extrema sobre la población.