Algunos aspectos de Japón como los avances en el campo de la robótica, los trenes de alta velocidad y las conexiones a Internet ultrarrápidas pueden hacernos pensar que este país asiático “vive en el futuro”. No obstante, una parte de su sociedad ha mantenido un fuerte vínculo con tecnologías del pasado durante mucho tiempo.
En un mundo cada vez más interconectado donde los servicios en la nube son cada vez más completos y robustos, los pagos en efectivo, el envío de documentos por fax y la presentación de formularios en disquete sigue siendo una realidad en Japón. Ahora bien, todo parece indicar que esta nación finalmente está dejando atrás ciertas prácticas.
Japón se despide del disquete
Reuters señala que Taro Kono ha anunciado que el Gobierno finalmente ha “ganado la guerra de los disquetes”. El ministro de Asuntos Digitales de Japón celebraba así la culminación de una larga lucha por eliminar casi completamente la utilización de este soporte de almacenamiento obsoleto de las gestiones administrativas nacionales.
El uso de los disquetes estaba tan arraigado en el gobierno que erradicarlos de un día para el otro era una misión imposible. Como para tener un marco de referencia, hace dos años, unos 1.900 procedimientos mencionaban el manejo de soportes físicos como floppy disks o CDs. Y esto era un problema para impulsar alternativas modernas.
Como reconocía el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón algunas disposiciones resultaban ambiguas. Por ejemplo, muchos documentos podían enviarse a través de plataformas en la nube, pero las personas o los funcionarios involucrados solían elegir lo seguro para evitar inconvenientes: el uso del disquete.
La Agencia Digital del país, por su parte, lideró un arduo trabajo para actualizar las normativas con el objetivo de modernizar todas las disposiciones afectadas. Finalmente, a finales del pasado mes de junio solo una normativa exigía la presentación de documentación en soportes como disquetes: una relacionada al reciclaje de vehículos.
Japón ha dado el paso definitivo para desprenderse de los disquetes, pero este soporte de almacenamiento magnético introducido inicialmente a principios de la década de 1970 (en su versión original de 8 pulgadas), seguirá vivo en algunos sistemas importantes como en algunos trenes de San Francisco o en ciertos Boeing 747.
