Una prohibición casi total del aborto fue derrotada en Carolina del Sur con la ayuda de las únicas tres mujeres republicanas del Senado; sin embargo, tras las primarias de este martes, están perdiendo sus candidaturas electorales.
Los votantes impusieron a las senadoras —ganadoras del premio John F. Kennedy Profile in Courage destinado a aquellas personas que arriesgan su carrera por una causa superior— dos derrotas y un balotaje después de que se aliaron con legisladoras demócratas para repeler la medida, afirmando que una mujer embarazada no debería perder el control sobre su cuerpo en el instante en que un óvulo es fecundado.
Pero el Senado estatal contaba sólo con hombres en 2012, y podría terminar sin ninguna mujer republicana para 2025. Sólo hay dos mujeres demócratas entre los 46 miembros.
“No se puede negar que es como una bofetada en la cara de las mujeres”, afirmó la senadora Katrina Shealy, que se prepara para una segunda vuelta. “Las mujeres republicanas perdemos así por un tema cuando hemos luchado tanto por otras cosas”.
Los votantes se opusieron el martes a la tendencia de reconsiderar una ley sobre el aborto más restrictiva.
Las encuestas estatales indican que una prohibición casi total no cuenta con un amplio apoyo. Pero la participación fue baja y las elecciones se celebraron en distritos de mayoría republicana, donde, según los expertos, los votantes tienden a ser más apasionados en cuestiones como el aborto.
Las mujeres republicanas habían logrado un acuerdo negociado, y el estado acabó implementando una prohibición al aborto desde que se detecta actividad cardiaca del embrión, lo que normalmente ocurre alrededor de las seis semanas después de la concepción.
“Es más fácil librar pequeñas batallas que emprender una guerra a escala estatal”, afirmó Dave Wilson, consultor político conservador que trabajó con grupos que se oponen al aborto. “En las batallas pequeñas, los votantes pueden cambiar de opinión y decir que no están contentos con la postura que has tomado y la forma en que lo has hecho. No hace falta que sean muchos”.
El aborto no fue la única razón por la que perdió Penry Gustafson, afirmó su único oponente, Allen Blackman, quien cree que la vida comienza en la concepción. Gustafson tuvo menos del 20 por ciento de los votos en un distrito recién delimitado que ya no incluía a su base, y donde los electores se quejaron de que ella no resolvía sus problemas.
La derrota de la senadora Sandy Senn por sólo 31 votos frente al representante estatal Matt Leber es lo suficientemente ajustada como para que se realice un recuento, pero éstos rara vez alteran una contienda por más de unos pocos votos en Carolina del Sur. La elección estuvo plagada de acusaciones. Ella colgó carteles con la foto del prontuario de Leber, la cual, según él, procedía de acusaciones infladas que nunca llegaron a convertirse en condenas.
Los ataques de Leber tergiversaron el historial de Senn y manipularon fotos para hacerla parecer el Guasón, un villano de DC Comics.
La redistribución de distritos también puede haber perjudicado a Senn; su nuevo distrito de Charleston incluye a más conservadores.
Gustafson agradeció a sus partidarios en una declaración el miércoles, con la promesa de que seguirá trabajando para la comunidad. Senn no va a hablar de la contienda hasta que el recuento esté terminado en los próximos días, dijo en un correo electrónico. Ninguna de las dos mujeres mencionó el aborto.
Leber no respondió mensajes.
Shealy fue la única mujer republicana que sobrevivió a la noche, pero sólo obtuvo el 40 por ciento de los votos. Se enfrentará a la abogada y política novata Carlisle Kennedy en la segunda vuelta del 25 de junio.
Por todo su distrito, en el condado de Lexington, que en las últimas cinco décadas ha liderado el cambio del control del estado de demócrata a republicano, había vallas publicitarias en las que se decía que Shealy no era “provida”. Kennedy no respondió mensajes el miércoles.
La estrategia de Shealy para las primarias fue mantenerse al margen de la contienda. Es probable que cambie de táctica para la segunda vuelta, incluso si eso aleja a la gente que se incomoda cuando una mujer levanta la voz o defiende una postura, dijo el miércoles.
El Senado de Carolina del Sur había sido exclusivamente masculino durante cuatro años cuando Shealy fue elegida por primera vez en 2012, y rara vez había más de una mujer en la cámara. Si pierde, es muy probable que en 2025 sólo haya dos mujeres en el Senado, ambas demócratas.
Eso significa que la perspectiva de las mujeres, que representan el 55 por ciento de los votantes registrados en Carolina del Sur, puede desaparecer, y que cuestiones que ella defiende, como el almuerzo gratuito para todos los estudiantes, pueden ser ignoradas, comentó Shealy.
“Rompí ese techo no por el derecho al aborto, lo rompí porque necesitábamos a alguien que se preocupara por los niños, las familias, los veteranos y los ancianos”, añadió. “Todas estas personas de las que nadie se ocupaba. Yo entré ahí y les di voz”.