En los últimos tres grandes premios, Red Bull (de Checo Pérez y Max Verstappen) ha visto cómo McLaren y Ferrari se acercaban mucho a su nivel de rendimiento en pista. Dicho de otra forma: el cuadro de las bebidas energéticas ha dejado de ser tan sumamente superior. En Miami ganó Lando Norris (primer triunfo en la F1 del talento de Bristol) y en Mónaco Charles Leclerc acabó con su maldición. Papá Verstappen no se muerde la lengua y avisa de los problemas de Red Bull, problemas que él cree que su hijo ha sido capaz de enmascarar, algo que en cambio no ha sucedido con Checo, al que ve ya cada vez más lejos de sus rivales.
El cuadro de Milton Keynes está en problemas. Y ya no es sólo algo que tenga que ver con asuntos extradeportivos (caso Horner) o con el anuncio de la salida de Adrian Newey. Esto tiene que ver con lo que se ve en pista.
Max Verstappen recrimina por la estabilidad de su RB20
En el circuito urbano de Montecarlo se escuchó decir a Max Verstappen una frase que lo resume todo. «El coche rebota como un canguro, y ese es el problema», indicaba el tricampeón mundial evidenciando su frustración por los problemas a la hora de conducir el RB20. Y luego agregaba al respecto: «Nuestro coche es como un kart que corre sin suspensión, no absorbe los golpes en los pianos».
os Verstappen y el mensaje a Red Bull
Luego pasó lo que pasó (el ‘1’ finalizó el glamuroso gran premio en sexta posición) y su padre se dedicó a lanzar avisos a navegantes. «La época en la que Red Bull tenía el coche dominante parece haber terminado. Quizá deberían volver a centrarse un poco más en las carreras y en la comunicación mutua, en lugar de en otras cosas…», decía Jos Verstappen, en declaraciones recogidas por De Telegraaf.
Y añadía: «Definitivamente habrá carreras en las que Red Bull volverá a estar en buena forma, pero tengo mucha curiosidad por ver cómo van a solucionar esto. Algo tiene que suceder. Red Bull necesita averiguar de dónde viene este problema, porque está claro que equipos como Ferrari y McLaren se están acercando. Max todavía ha sido capaz de enmascararlo un poco, pero la gran diferencia con Checo Pérez es cada vez más obvia». De este modo vuelve a poner en valor la conducción de su hijo con respecto al mexicano. Max ha conseguido minimizar esos problemas, pero, según papá Verstappen, Checo no y de ahí los resultados.
F1: Marko, preocupado por los últimos resultados
Por su parte, Helmut Marko no ocultaba que están preocupados con lo que está sucediendo. «El problema fundamental es que la correlación entre el simulador y la pista no funciona. En el simulador pasamos por encima de los pianos sin ningún problema. Tenemos que empezar con eso. Pero debemos asegurarnos de que cuando lleguemos a circuitos reales, como Barcelona, nos recuperemos», sentenciaba el asesor de Red Bull tras la cita celebrada en Mónaco.