La candidata presidencial opositora Xóchitl Gálvez, representante de la coalición Fuerza y Corazón por México, prometió no “agacharse sin dar la pelea” ante Estados Unidos de llegar a la presidencia y aseguró que buscará colaborar con el sector privado para solucionar las fallas en infraestructura y energía necesarias para que el nearshoring no sea “puro sueño”.
Así lo indicó en una entrevista en el Palacio de la Minería en el centro histórico de la capital mexicana, en la que recalcó que la prioridad en política exterior es reconectarse con el mundo tras el “aislacionismo” del sexenio del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.
“Claudia (Sheinbaum, su rival oficialista) dice que se acabó la sumisión a Estados Unidos, pero no es cierto. (El expresidente 2017-2021) Donald Trump nos amagó con aranceles. Y México aceptó recibir migrantes de otras nacionalidades, sin nada a cambio”, sostuvo.
Gálvez, empresaria y senadora de raíces indígenas, lamentó que “México no hizo nada, se agachó sin dar la pelea” y apuntó que debería haber exigido la regularización en Estados Unidos de millones de mexicanos que trabajan allí desde hace años y tienen todos los elementos para ser estadounidenses.
“En política exterior estamos reprobados. El Gobierno de México se ha alejado del mundo para que no lo critiquen por el autoritarismo que hay aquí”, expuso.
La aspirante presidencial lidera la coalición Fuerza y Corazón por México, conformada por los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD).
Posición privilegiada de México para comercio internacional
En caso de ser elegida presidenta el próximo 2 de junio, Gálvez destacó que sus prioridades serán defender los valores de libertad y democracia, a la vez que explotar el potencial estratégico de México para aprovechar el “nearshoring” o la relocalización empresarial.
“Aquí no vendrán a desfilar gobiernos autoritarios como Venezuela, Rusia, Cuba, Nicaragua“, aseveró en referencia a las simpatías mostradas por López Obrador con esos gobiernos.
Por contra, destacó que sus prioridades serán Estados Unidos, así como las conexiones con Asia y Europa.
“La realidad es nuestra ubicación geográfica. Nuestro mercado más importante es EE.UU., pero también somos el vínculo con América Latina. Pero también tenemos una conexión con Asia y con Europa. México tiene una posición privilegiada para el comercio internacional y eso lo voy a aprovechar”, sostuvo.
En este sentido, criticó que el actual gobierno no está apostando de manera decidida por México al considerar que esta relocalización empresarial “es algo automático”.
“Si no resolvemos cinco cosas, el “nearshoring” se va a quedar en puro sueño: estado de Derecho; energía limpia y barata; capital humano, necesitamos más ciencia, más técnicos; más infraestructura, alianzas con el sector privado; y seguridad pública”, señaló.
Para Gálvez, de 61 años, la cuestión de la seguridad pública es fundamental, al apuntar que aunque algunas plantas se están ampliando, no se están construyendo nuevas por los déficits existentes.
“Hay estados donde el nearshoring ni siquiera se va a parar. Imagínate Colima, imagínate Michoacán: si no hay seguridad no hay manera que llegue”, dijo al citar esos dos estados del oeste de México, que figuran entre los más violentos del país.
Las encuestas sitúan a Sheinbaum con una amplia ventaja frente a Gálvez, que ocupa el segundo lugar; mientras que Jorge Álvarez Máynez, del también opositor Movimiento Ciudadano (MC), figura en un distante tercer lugar.
En apenas dos semanas México tendrá las elecciones más grandes de su historia el 2 de junio, cuando 98 millones de electores están convocados a renovar más de 20 mil cargos, incluyendo la presidencia, los 500 diputados, los 128 senadores y nueve Gobiernos estatales.