Las palabras importan. Y cómo las eligen y las dicen los grandes CEO de las tecnológicas es un buen ejemplo de ello. «En teléfonos, básicamente ganó el modelo cerrado de Apple (…) en la era del PC, ganó el modelo abierto». Así explicaba ayer en Instagram Mark Zuckerberg su gran decisión estratégica sobre el futuro de Horizon OS, el sistema operativo de sus gafas de realidad virtual.
Luego continuó destacando que “nuestro objetivo es lograr que el modelo abierto defina la próxima generación de informática”, dice Zuckerberg, que no duda en describir a Meta Horizon OS como un “sistema operativo de computación espacial y realidad mixta amplio y capaz”
Las dos frases son llamativas. La primera, por cómo Zuckerberg ni siquiera mencionaba Android, dejándolo en segundo plano a pesar la plataforma móvil más popular del mercado a nivel de usuarios.
De cada tres teléfonos móviles que hay en el mundo, dos de ellos están gobernados por Android. Quizás Zuckerberg simplemente se centrase en el mercado de EEUU: allí iOS domina (59% vs 40% de Android, según StatCounter), pero sea como fuere, decir que Apple y su modelo cerrado había ganado la partida era algo exagerado. Ganan en algo importante (los ingresos), pero el ecosistema Android está muy lejos de ser el segundón que parecía querer apuntar el CEO de Meta.
La segunda frase también llama la atención por la mención del «modelo abierto» —que no gratis, ojo— y sobre todo por definir Horizon OS, el sistema operativo de las Quest, como un sistema operativo «de computación espacial».
Zuckerberg se apropiaba así del término creado por Apple para definir la categoría tecnológica en la que entran sus Vision Pro. La firma de Tim Cook precisamente evitó a toda costa mencionar términos como «realidad virtual» o «realidad mixta» al hablar de sus gafas de realidad virtual —a pesar de que sean precisamente eso—, una táctica habitual de Apple para diferenciar sus productos de los de la competencia.
Pero Zuckerberg le dio la vuelta a la tortilla a la estrategia con esas frases, y aunque las pronunciaba sonriente y con un tono muy informal, estaba haciendo algo muy llamativo.
Declarar la guerra en el segmento de la realidad mixta.
Lo hizo con una estrategia singular y que desde luego puede darle frutos interesantes. Y en esa guerra, como decimos, hay dos grandes competidores. El primero es Apple. Y el segundo, algo más incierto, Google. Analicemos el papel de cada uno.
Apple vs Meta: otro duopolio asoma
El gran rival de Meta en el terreno de la realidad virtual, mixta y aumentada es sin duda Apple, que ha hecho un gran esfuerzo con las Vision Pro. Esa inversión de tiempo y recursos de los de Cupertino ha tenido un efecto colateral imprevisto para algunos de nosotros: ha hecho que percibamos a Meta de otro modo.
Es al menos mi caso: el metaverso me parece una idea utópica y hasta peligrosa. Que todos acabemos como en ‘Ready Player One’ no pinta un futuro muy halagüeño para la humanidad, y aunque parece improbable que esa particular distopía se cumpla —al menos, de forma masiva—, la apuesta de Apple y Meta es lógicamente la de que que sus respectivas gafas de realidad mixta se conviertan en un producto masivo.
Que Meta lo lograse parecía hasta ahora casi imposible. Las primeras iteraciones del metaverso han sido motivo de burla —parecían una mala copia de Wii Sports—, y aunque las cosas han mejorado, el camino de Meta parecía estar lleno de obstáculos.
Y de repente llega Apple y presenta unas gafas carísimas y que desde luego logran ese efecto ‘wow’ que tanto gusta en el ámbito tecnológico. Que pasen de ahí es una incógnita, pero cuando aparecieron mi percepción de Meta cambió: ya no era «esa empresa que ha creado un metaverso de risa», sino «esa empresa que puede plantar cara a Apple». La competencia estaba servida, y Zuckerberg, que dio la bienvenida a las Vision Pro —y defendió que las Quest 3 eran superiores en general—, ha recogido el guante.
Y lo ha recogido de una forma llamativa: copiando la estrategia que llevó a Microsoft a dominar el mercado del PC con Windows. Ahí Apple perdió la partida —su cuota a nivel global ronda actualmente el 15%, frente al 73% de Windows—, y en Meta creen que pueden lograr lo mismo en el segmento de la realidad mixta.
¿Cómo? Licenciando su sistema operativo Horizon OS y abriendo su Meta Horizon Store. El mismo que hasta ahora gobernaba las Meta Quest y que ahora podremos encontrar en futuras gafas de realidad mixta como las que por lo visto preparan Asus, Lenovo y hasta Microsoft, que se ha aliado con Meta para preparar una edición de las Quest 3 inspirada en la Xbox —pero solo en su diseño, ojo—.
Es curioso (o quizás no) que Meta anuncie algo así poco después de que Microsoft cancelara su proyecto de gafas de realidad mixta. Hace siete años la compañía de Redmond hacía un anuncio bastante parecido al que ahora ha hecho Meta: se lanzaba de lleno a la realidad mixta y anunciaba alianzas con fabricantes que crearían gafas compatibles con Windows 10.
Aquello no cuajó porque ni los fabricantes ni Microsoft pusieron demasiada carne en el asador. El segmento seguía siendo un nicho —lo es aún hoy—, y aunque Microsoft invirtió tiempo y dinero en las prometedoras HoloLens, también acabó cancelándolas. Una retirada a tiempo es una victoria, pensaron probablemente sus directivos. Ahora parecen haberle pasado sin problemas el testigo a Meta, que lo recoge con ganas convertido desde hace tiempo en gran referente de este segmento.
Estamos pues ante la aparición de un nuevo duopolio. Mientras que Microsoft y Apple se repartieron los PCs y Google y Apple se han repartido los móviles, ahora quienes intentan repartirse la realidad mixta y aumentada son Meta y Apple. Ese mercado, no obstante, está por demostrar si realmente puede convertirse en algo más que un nicho, pero mientras lo hace, hay un potencial protagonista adicional en esta película.
Hay otro potencial jugador en esta partida: Google
Con el movimiento Meta también plantea un reto especialmente importante para Google, de la que se rumorea que presentará su propio sistema operativo para dispositivos de realidad mixta en la próxima Google I/O que se celebrará en mayo.
Esa plataforma, llamada Android XR OS (XR viene de ‘eXtended Reality’), plantearía también una alternativa en este segmento, pero que Meta se haya adelantado podría ser crucial para lograr que los fabricantes se adhieran a su escosistema.
El esfuerzo de Google no obstante parece tener obstáculos importantes para hacerse realidad. La empresa contrató en 2021 a Mark Lucovsky, antiguo jefe del sistema operativo de realidad aumentada de Meta, pero tras dos años Lucovsky abandonó Google afirmando que «el compromiso y visión inestables de Google han pesado en mi decisión».
Los cambios de estrategia constantes y las rotaciones en los proyectos son algo ya conocido en una Google que abandona con facilidad muchísimas iniciativas y proyectos. De hecho ya abandonó precisamente el segmento de la realidad virtual en 2020, cuando anunció la muerte de DayDream.
La presentación de un potencial XR OS por parte de Google parece por tanto difícil, pero aquí Samsung, aliada desde hace muchos años de los de Mountain View en este esfuerzo, podría validar el concepto si las hipotéticas gafas de realidad virtual que están preparando se hacen realidad y cumplen con las expectativas.
Todo son por el momento incógnitas, y quizás el inminente Google I/O nos permita despejar algunas de ellas. Si la empresa no aprovecha ese evento para hacer algún anuncio respecto a XR OS —o si no lo hace de forma separada a corto plazo— puede que estemos ante una iniciativa que jamás llegó a cuajar del todo en las oficinas de la empresa liderada por Sundar Pichai.