Sergio Pérez vuelve a callar bocas en un gran inicio de temporada. Es cierto que no ha conseguido subir a lo más alto del podio, pero ha mantenido una regularidad brutal en este arranque de año con tres segundos puestos y un quinto. Checo no ha fallado en ninguna carrera, al contrario que Verstappen, que sí se quedó sin puntuar en una de ellas, aunque en el resto, una vez más se ha mostrado intratable.
Lo único cierto es que Checo, siempre en el ojo del huracán, ha eclipsado al resto de pilotos. Sólo Verstappen, que es un extraterrestre, le está superando claramente. El resto de la parrilla prácticamente no puede con el mexicano.
En otro año con una presión terrible, Sergio está dando la talla una vez más y dejándole claro a Red Bull que puede, como mínimo, repetir esa segunda posición detrás del piloto neerlandés.
Aunque también es consciente de que resta lo más difícil y que se le va a mirar con lupa todas las semanas, tanto en las calificaciones como en las carreras. Cualquier despiste o problema le va a penalizar mucho más que a otros pilotos.
Contra todos y contra todo
Y es un año todavía más importante porque Checo lucha contra todos y contra todo una vez más. El mexicano acaba contrato este año y son muchos los pilotos que sueñan con ocupar su asiento. Ni Sainz, ni Alonso, ni Piastri, ni Ricciardo, ni Russell, ninguno de sus supuestos rivales para sentarse en Red Bull la próxima temporada ha sido mejor que él en este principio de campeonato. El primero de los mortales, una vez más, es Checo, que está eclipsando al resto de sus enemigos en la Fórmula 1.
