En una jornada de seis goles, el Estadio Santiago Bernabéu disfrutó de un gran amistoso internacional entre la Selección de España y Brasil; además, para los aficionados españoles al Real Madrid, pudieron disfrutar de la ovación de sus jugadores, hoy rivales, Vinicius, que se fue ovacionado; y un Endrick que ya anotó su primer gol en la que será su casa la siguiente temporada.
Un 3-3 final que dejó goles, algunos dimes y diretes en vestidores, y un estadio repleto.
El Santiago Bernabéu despide a Vinicius con una gran ovación
Por: Miguel Ángel Lara
Rugió el Bernabéu a los 70 minutos de partido cuando vio que Dorival Junior movía el banquillo y aparecía el dorsal 7 para salir del campo. Vinicius salió del campo en medio de una tremenda ovación en un partido que le tuvo como origen y foco principal.
Si España y Brasil se vieron las caras en el Santiago Bernabéu fue porque el pasado verano la RFEF y la CBF unieron sus caminos para luchar contra el racismo. Después de lo padecido por Vinicius en Mestalla, la gota que colmó el vaso de varios episodios racistas, nació el amistoso como manera de gritar al mundo la unión contra esa lacra.
Todo lo que rodeó a las horas previas al partido estuvo dominado por ese mensaje, por ese lema de una misma piel. El punto más sobrecogedor fue la rueda de prensa en Valdebebas en la que Vinicius rompió a llorar al explicar lo que está viviendo.
Después, el partido se limitó en ese sentido a recordad la necesidad de todos de luchar contra cualquier comportamiento racista. Eso fue antes de que la pelota rodara. También antes del arranque fue ovacionado Vini al ser anunciado su nombre.
En el partido, Vinicius se vio las caras con Carvajal, que le marcó las cartas da más empezar. Después Le Normand le ganó en dos galopadas, pero cada vez que encendía la moto, el Bernabéu sabía de buena mano que el riesgo era alto.
A Endrick le bastaron cinco minutos para marcar en el Santiago Bernabéu
Por: JOSÉ FÉLIX DÍAZ
Endrick ya sabe lo que es marcar en el Santiago Bernabéu, la que será su casa a partir del próximo 30 de junio. Tan solo le hicieron falta cinco minutos para repetir lo hecho tres días antes en Wembley ante Inglaterra. En aquella ocasión el joven delantero logró el tanto de la victoria, para ante España llevar la igualada al marcador.
Con tan solo 17 años, Endrick está derribando muros. El tercer balón que tocó, lo llevó hasta el fondo de la portería de Unai Simón. Dicho y hecho. No le hizo falta nada más. El delantero da la sensación de que lleva toda la vida jugando con los mayores, cuando hace poco más de un año todavía no había ni debutado en el primer equipo de Palmeiras.
El del Bernabéu es el cuarto partido con la selección brasileña y su segundo gol. Los dos de un toque, mirando la portería y dejando claro que mantiene un idilio con eso de marcar, de ver puerta.
Si el sábado no le impresionó Wembley (marcó a los siete minutos), el choque en el que será su estadio, tampoco. Demostró que no le tiembla el pulso y que quizás estamos ante un jugador diferencial, de esos que pueden marcar una época.
En el inicio de la segunda parte mezcló arriba con Vinicius y Rodrygo, la que pudiera ser tranquilamente la delantera del Real Madrid la próxima temporada. Se entendieron, tal y como dejó patente el todavía juvenil brasileño.