Hoy es 23 de Noviembre de 2024, Chihuahua, MX.

A un año del incendio en el que fallecieron 40 migrantes que estaban en una instalación del Instituto Nacional de Migración (INM) de México, los obispos de Ciudad Juárez y El Paso celebraron una misa en la que hicieron un llamado a la comunidad y a las autoridades a proteger a los migrantes y exigieron justicia para los afectados y cambios en las políticas migratorias.

La misa se celebró en la catedral de Ciudad Juárez, a cargo del obispo de la ciudad, José Guadalupe Torres Campos y con la presencia del obispo de El Paso, Mark Seitz, y estuvo dedicada a orar y visibilizar a los 40 migrantes fallecidos el 27 de marzo de 2023 en el incendio de la estación migratoria de esta ciudad, así como a todos aquellos que hoy se encuentran en tránsito.

“Esta misa es para pedir por los migrantes difuntos y también por los migrantes en general. Ha pasado un año, siempre es importante que haya justicia y que propongamos todos ser siempre mejores y dar una respeta a la justicia y la paz”, indicó el obispo Torres Campos.

Lamentó que la ola migratoria sigue llegando a esta frontera sin que nadie pueda contenerla y sin que tenga una respuesta “suficientemente humana”.

“Llegan en condiciones tristes, deplorables, quieren pasar (a Estados Unidos), llegan, se enfrentan a maltratos, un bloqueo, muros, se topan con ese muro físico, pero también un muro de espíritu y de corazón”, dijo el religioso.

“Este es un llamado a los dos países (México y Estados Unidos), a las autoridades y a las sociedades, a dar una respuesta de fraternidad, a cada país a que seamos como Betania, dispuestos a recibir y acoger a nuestros hermanos migrantes, acoger con respeto por su dignidad”, indicó el obispo de Ciudad Juárez, el epicentro actual de la crisis migrante entre las dos naciones.
Organizaciones exigen justicia

Por su parte el sacerdote Francisco Bueno Guillén, director de la Casa del Migrante en esta ciudad, indicó que aún no se ha impartido justicia respecto a las muertes de 40 personas que fallecieron en el incendio ocurrido el 27 de marzo del 2023.

Cuestionó que a un año el trabajo conjunto que se hacía para cuidar a la población migrante se ha dejado de lado sobre todo por parte de los gobiernos municipal, estatal y federal.

“La idea es que no se repita (…) Lo que nosotros buscamos es que estos hechos que azotaron a nuestra ciudad jamás se vuelvan a dar ni aquí ni en otro lado”, agregó.

Dijo que día con día se presentan tragedias que tienen que ver con migrantes sin que las políticas migratorias de los países involucrados cambien y ante las elecciones presidenciales del 2 de junio llamó a las autoridades a diseñar políticas más justas.

“Lo que esperamos con el cambio de gobierno es que haya políticas más justas para todos, que trabajen en la dignidad humana y que sea conscientes de que la migración en nuestro país es un hecho y no coaccionar los derechos de ninguna persona”, señaló el párroco.

Lamentó que aún con esta tragedia y las que suceden todos los días a lo largo del país, la situación de la población migrante no cambie.

“Hemos visto a lo largo de un año cosas que no están bien, siguen violando los derechos de las personas, los siguen bajando de los trenes para que caminen largos tramos y hay abusos de las autoridades”, dijo el párroco.

Agregó que hay una deuda pendiente sobre todo del Gobierno mexicano porque los migrantes que fallecieron encerrados en el incendio de la estación migratoria siguen en la ignominia.

“Se habla de 40 personas, pero cuáles son los nombres de esas 40 personas, quienes de nosotros, de los gobernantes, de la ciudadanía, conoce a los nombres de esas 40 personas que salieron afectadas”, señaló.

El pasado 9 de marzo, el Gobierno mexicano informó que prepara la apertura de una nueva estación migratoria en medio del desierto de Chihuahua, a 72 kilómetros al sur de Ciudad Juárez, en el norte de México.

El nuevo centro para retener migrantes surge como alternativa a casi un año del incendio en las instalaciones del Puente Lerdo, en la fronteriza Ciudad Juárez, que dejó a 40 migrantes muertos.

Tras la tragedia, una decena de personas han sido detenidas, mientras que el director del INM, Francisco Garduño, le fue abierto un proceso judicial porque la FGR lo acusa de omisión de funciones por su rol en los hechos, pero se mantiene en libertad y sin renunciar a su cargo.

Con información de EFE

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