Hoy es 23 de Noviembre de 2024, Chihuahua, MX.

Real Madrid tiene recursos y autoridad para sobreponerse a situaciones adversas. No ha empezado el año sobrado, pero como ante el Mallorca, Alavés, Atlético o Almería, cambió de registro para imponerse a uno de los equipos de moda.

Las Palmas se puso por delante con una jugada modélica iniciada por Sandro, clave en la salida amarilla, pero no pudo resistir el asalto final de los blancos. Lo comandó primero Camavinga, incontenible en el centro del campo, y lo acabó Tchouaméni, su sustituto, en un córner botado por Toni Kroos. Los medios son decisivos y pocos tienen tantos y tan buenos como el Madrid.

Carlo Ancelotti confirmó su error ante el Almería al agitar la alineación seis días después, dando descanso a algunos futbolistas cargadísimos de minutos. Descansó Fede Valverde, y en su lugar entró Dani Ceballos, a quien tiene un cariño especial el técnico italiano. El de Utrera devolvió el voto a los cinco minutos, filtrando una pelota entre una nube de defensas amarillos para dejar a Rodrygo frente a Álvaro Valles. Ganó el duelo el portero, clave en el buen momento amarillo.

Pero Las Palmas, que no contó con Julián Araujo por suspensión, tiene muchas cosas además de un portero gigantesco. Tiene el apoyo incondicional de su gente, que tiñó el estadio de color canario. Tiene jugadores de buen pie, que no se inquietan pese a no tener el día en el pase. García Pimienta reforzó la medular para plantear allí la batalla decisiva. Marvin, lateral diestro, aprovechó que Vinicius no le seguía para ganar línea de fondo un par de veces, una con veneno al fallar Carvajal en el despeje. Le cayó a Moleiro y salvó Rüdiger con la cabeza. Pero la instrucción, lanzar a los laterales, quedó confirmada en el tramo final del primer acto, con otro par de incursiones de Cardona. En la última cayó ante la llegada de Ceballos, que se contuvo en la arremetida. Soto Grado vio que no había nada. Ni High Behind (Jai Bijain) ni On Field Review (Onfil Reviú) para revisar el lance. El criterio del árbitro de toda la vida.

El primer acto se escurrió sin mucho sobresalto. Vinicius y Rodrygo se activaron poco, pero con peligro. Se echó de menos a Brahim, encargado de cubrir la ausencia de Jude Bellingham. Que es mucha ausencia. El malagueño, entre líneas, fue engullido por la jaula canaria. Los dos últimos fogonazos antes el descanso fueron de Vinicius, un remate cerca del palo y una combinación con Rodrygo controlada por Valles. El caso es que el Madrid se fue a vestuarios con buenas sensaciones que se esfumaron tras la pausa.

El punto más de intensidad ofensiva de Las Palmas fue evidente desde el primer minuto. Lunin atajó junto al palo el primero tras un remate seco de Munir, en una contra con Sandro como protagonista. El ucraniano también intervino en otro centro atrás de Javi Muñoz. A la tercera llegó el 1-0 con esos protagonistas. Jugó de lujo Sandro de espaldas para dejar a Kirian, buscó el espacio como extremo derecho, centro atrás y Javi Muñoz, solo, remató a la red. Tocó en Nacho, pero el disparo iba a portería.

El 1-0 obligó a Ancelotti a intervenir antes de lo habitual. No calentó Luka Modric por segunda semana consecutiva. Extraño. Entraron Valverde y Joselu por Ceballos y Brahim Díaz para colocarse en 4-3-3 y el Madrid fue otro. Más ágil, más vertical, y con un filón en la banda izquierda. Fran García asumió la banda entera como ante el Almería de César Montes, Camavinga se multiplicó como interior y Vinicius buscó el desborde como un martillo neumático. Inagotable. Parecía que no era su tarde, porque malgastó un pase excelente de Kroos buscando una vaselina casi sin espacio.

Como frente al Barcelona, Las Palmas fue bajando enteros con los minutos. Aunque trató de protegerse con la pelota, perdió la pelota con frecuencia y cerca de su área, lo que facilitó el acoso blanco. En una posesión larga, Kroos jugó en horizontal a Camavinga que se giró a su izquierda, pidió a Vini el desmarque con el brazo y colocó al pelota en el punto exacto donde apareció al brasileño que, esta vez sí, se dejó de adornos. Control y volea cruzada. Lo que pedía la jugada, vamos.

Intentó reaccionar García Pimienta refrescando el ataque. Retiró a los mismos que ante los azulgranas, Sandro y Munir fuera, Cardona y Pejiño dentro. No cambió la dinámica, con un Madrid dominante. Fran García y Vinicius hacían daño en profundidad. El madridismo se agitó cuando Ancelotti decidió retirar a Camavinga, el jefe del centro del campo. Es como Hannibal Smith, le salen bien todos los planes. Kroos se apoderó de la pelota hasta para sacar los córners. Como el que botó desde la derecha, al punto de penalti, donde llegó Tchouaméni, Aurelién, para cabecear con autoridad a la red. Otro córner directo. Demostración de la amplitud de recursos blancos. En ese 1-2 se cerró el partido, pese al intento de Las Palmas por llevar la pelota al área contraria. No le quedaban piernas para discutir una victoria de peso para el Madrid, que mete presión al Girona si quiere recuperar el liderato.

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