La realidad no sólo superó a la ficción cuando Robert Pattinson se enamoró de Kristen Stewart, su ex compañera de reparto. Su profesionalismo y amor por el séptimo arte fueron tales que también le hizo traspasar los límites entre la realidad y la ficción poco antes de conocerla en el set, dando rienda suelda a sus pasiones, aunque bajo un tinte embarazoso.
La máxima excelencia siempre será el fin último de un actor. Y más aun cuando, en sus inicios, se está abriendo camino hacia una carrera de renombre en la industria cinematográfica. Es por ello que se suele elogiar a los actores que parecieran “actuar sin actuar”, pues sus puestas en escena se ven tan naturales que parecen no conllevar dificultad. Con el objetivo de presentar la actuación más real posible, muchas estrellas se han sumergido por completo en la identidad de sus personajes.
Así, si tener sexo real o masturbarse en el plató de rodaje de una película suena surrealista, no lo es tanto si se trata de Robert Pattinson antes de alcanzar el estrellato en sus años de gloria de “Crepúsculo”. Especialmente, mientras interpretaba al pintor surrealista Salvador Dalí en unas escenas polémicas homosexuales para la época. Esto ya daba pistas que, a sus 22 años, Pattinson se perfilaba para ser una estrella multifacética en su camino a Hollywood.
Actualmente, Pattinson es uno de los actores más populares del mundo, gracias a su trayectoria de más de 10 años cosechando éxitos. En 2022, la gran acogida de “The Batman” ha potenciado aún más su reconocimiento, por lo que se puede dar el lujo de elegir involucrarse en la producción que quiera. Sin embargo, no siempre fue así.
Por el 2007 y 2008, la estrella de “Remember Me” solo era conocido por haber dado vida a Cedric Diggory en “Harry Potter y El cáliz de fuego”, pero su carrera no terminaba de despegar tras eso, pese a la masividad propia de la legión de fanáticos de la saga. Es así como, en 2008, le llegó la oportunidad de dar vida al pintor español Salvador Dalí, máximo exponente del surrealismo. Aceptó la oferta y rodó “Sin límites” en España, una película británico-española que pasó sin pena ni gloria, excepto por un pequeño detalle: acabó masturbándose de verdad delante de las cámaras.
En una entrevista de 2013 con la revista alemana “Interview”, Pattinson admitió que su auténtica cara de orgasmo está “grabada para la eternidad “ en la cinta, pues realmente se dio placer a sí mismo durante la escena de sexo gay de la película europea. “Una vez decidí dejar de actuar. (…) Tenía que hacer muchas escenas en las que estaba desnudo, y también tenía que masturbarme. De verdad”, contó.
Cuando le preguntaron por qué no decidió simplemente fingir, el intérprete londinense respondió: “Inténtalo. Te digo que no habrá manera. Simplemente no funciona”. A pesar de su preocupación por cómo estos métodos poco convencionales podrían afectar su carrera artística y arruinarla en la industria cinematográfica, poco después de finalizar el rodaje de la biopic de Dalí, Pattinson fue elegido para sumarse al elenco de la saga “Crepúsculo”, que presentó cinco entregas en total, del 2008 al 2012.
De esa forma, el lanzamiento de “Sin Límites” se vio eclipsado por el estreno de la super producción taquillera de vampiros, que también protagonizó el actor y que fue, en parte, culpable del poco éxito que tuvo el filme europeo en cines. Aun así, el actor de 37 años aseguró que guarda un cariño especial a aquella obra cinematográfica por el gran esfuerzo que le supuso como profesional. Agregó que disfrutó con el rodaje, y que su personaje demandaba una gran dificultad, ya que “interpretar a Salvador Dalí no es tarea facil y exige una gran concentración”.
“Sin Límites” es la traducción oficial al español del título original “Little Ashes”, un film de drama y romance que aborda la apasionada relación amorosa entre Dalí y el poeta Federico García Lorca, que empezó cuando ambos, junto con el cineasta Luis Buñuel, eran estudiantes universitarios y recién empezaban a desarrollar sus talentos artísticos en una conservadora Madrid de los años 1920. El título en inglés con el que se estrenó está basado a un cuadro que pintó Dalí nombrado “Cenicitas”, que se tradujo literalmente.
La sorprendente escena en cuestión comienza en el minuto 74 de la película. Aunque explícita en su concepto, se ejecuta con tal delicadeza que no transgrede los límites del exhibicionismo, así que no se llega a apreciar ninguna zona sensible en la obra de APT Films. Si bien ello la convierte en una película con una escena de sexo real, hay otras que son mucho más explícitas.
Con el paso del tiempo, Pattinson ha ido mejorando su habilidad para retratar escenas de índole sexual sin necesidad de llegar a lo real, como lo demostró en películas como “High Life”, “Damsel”, “The Devil All the Time” y “The Lighthouse”, en donde simuló la masturbación con mayor destreza.
Con información de Infobae