Una reforma laboral como la que se ha pospuesto para el siguiente periodo legislativo, que incluiría una reducción en la jornada, provocaría incrementos de hasta 20% en los costos sociales y de personal de las gasolineras, lo que se traduciría en un incremento acelerado de las estaciones que funcionan sin despachadores en el país, consideraron representante de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo).
Durante la Cumbre 2023, en Oaxaca, de este organismo que agrupa a empresarios de las 32 entidades, su presidente, Jorge Eduardo Mijares, dijo en entrevista que alrededor de 40% del costo del expendio al público de combustibles automotrices corresponde al ramo laboral y social, lo que complicaría mucho cualquier cambio que tendría que absorber el dueño de un establecimiento y trasladarlo al consumidor.
“Simplemente va a ser difícil absorber otro costo, porque las gasolineras no cierran en 24 horas en muchísimos casos en el país y se tiene que cubrir esa necesidad o no sostenerse en el mercado”, aseguró.
Hoy en día, las estaciones de servicio gasolinero ocupan a 500,000 personas de manera formal y generan otros 1.5 millones de empleos informales. Por la naturaleza de las actividades en el manejo de líquidos flamables, en este negocio donde la movilidad constante es de 20% del personal, se invierten alrededor de 20,000 pesos en capacitación por cada nuevo trabajador, por lo que incrementar costos laborales orillará a que cada vez más empresarios busquen reducir el despacho de personal.
Roberto Díaz de León, expresidente del organismo, detalló que hoy en día hay un total de 30 estaciones de servicio que funcionan bajo el modelo de autoservicio, lo cual no resulta representativo si se considera el universo de más de 13,000 gasolineras en el país.
Pero este modelo se prueba con la intención de llegar a cada vez más lugares y aunque hoy sólo se trata de negocios piloto y las estaciones de Costco ubicadas en toda la República, puede ser cada vez más atractivo si las condiciones de costos encarecen las operaciones.
“Los mexicanos estamos muy hechos a que nos sirvan, pero si le vemos sentido económico, como en todo, nos adaptaremos y el modelo de autoservicio no resultará tan extraño”, dijo.
Enrique Felix, vicepresidente de Onexpo, explicó a su vez que en las fronteras se analiza este modelo de negocios por la cercanía con el funcionamiento en los países vecinos. En Guatemala, por ejemplo, hay lugares donde la gasolina de la misma bomba tiene un precio si la sirve un despachador y otro menor si el usuario la coloca directamente. Eso no resulta descabellado, incluso para quienes tienen usos de consumo más arraigados.
“Quienes cruzan la frontera con Estados Unidos saben que esta práctica disruptiva en México llegará poco a poco a poco, hay que prepararnos para estar listos y ofrecer las mejores condiciones”, aseguró.