Zoólogos explican por qué no se debe cerrar la puerta a los gatos. Resulta que a los gatos les gusta tener el control y necesitan acceder a cada rincón de su territorio.
Por eso, cuando su dueño cierra la puerta, asumen que algo importante ocurre detrás.
Pero en cuanto la puerta se abre, entran en la habitación, echan un vistazo y luego vuelven a salir, porque lo único que les importaba era reafirmar su control sobre el territorio.
Por qué no hay que cerrar la puerta a los gatos…https://t.co/HRBI4vmnOl pic.twitter.com/q3eHNwXokv
— Sepa Más (@Sepa_mass) November 30, 2025






