Arturo Medina, coordinador de los diputados del PRI en el Congreso del Estado de Chihuahua, se comprometió con productores del campo a tomar las calles a su lado como medida de presión para que el régimen retroceda en su reforma a la Ley de Aguas. Esto ocurrió durante el diálogo con productores realizado en el Poder Legislativo local.
El priista destacó que la propuesta del oficialismo respecto a dicha Ley desvincula el agua de la tierra, lo que afecta la productividad, el valor y la certidumbre del medio rural del país, especialmente en Chihuahua, al ser una región geográfica que, por sus características climatológicas, enfrenta mayores dificultades para la producción.
Advirtió que la clase política del estado se encuentra ante un momento determinante, y que todos los actores con influencia directa o indirecta en el tema deberán definir si están del lado del pueblo y de los campesinos, o si se alinearán con los poderosos, aun a costa de traicionar a los chihuahuenses.
En ese sentido, recriminó la ausencia de legisladores federales de Morena, como los senadores Javier Corral y Juan Carlos Loera, así como de la senadora Andrea Chávez, quien envió a un representante para leer un justificante en el que explicaba haber decidido no acudir con los chihuahuenses para asistir, en su lugar, a una reunión con políticos en Palacio Nacional.
“No debería haber pretextos cuando el pueblo convoca. Prefirieron ir a recibir instrucciones de sus jefes políticos en lugar de venir a atender a sus verdaderos patrones: los chihuahuenses que hacen que se mueva la vida en el país, los productores del campo”, criticó.
Medina expresó su preocupación por aspectos de la propuesta de Morena, pues criminaliza a los productores por acciones necesarias como el transporte interno de agua en los ranchos para cubrir necesidades básicas del medio rural, como saciar la sed del ganado o realizar el riego de parcelas.
El coordinador parlamentario también criticó la postura del oficialismo que pide no politizar el tema del agua, exigencia que calificó como un acto de ignorancia, pues —dijo— el tema es inherentemente político al ser competencia del gobierno, afectar derechos fundamentales y encontrarse en manos de actores políticos.
“Se trata de un asunto público, del patrimonio, de los recursos naturales, de la alimentación del país, de la vida misma. Es un asunto político; lo que no quieren son expresiones en contra”, puntualizó.
Medina reconoció la presencia de legisladores federales de todos los partidos, especialmente de los diputados Tony Meléndez y Alex Domínguez, quienes se comprometieron a ejercer una oposición firme a la nueva Ley desde el Congreso de la Unión.







