Ciudad de México. A Rafael Márquez se le recuerda como algo más que un defensor central. Parecía un caballo de carreras, las aguas se abrían a su paso cada vez que avanzaba hasta el centro del campo. Era el jugador que mandaba y luego eso lo hizo convertirse en el auxiliar técnico de la selección nacional, comandada por Javier Aguirre. La experiencia del ex capitán michoacano, cinco veces mundialista y multicampeón con el Barcelona, lo lleva a pensar que es momento de marcar límites rumbo a la Copa de 2026.
“Queda muy poco tiempo, intentaremos cerrar filas. Habrá algunos puestos en los que seguiremos viendo gente, pero poco a poco se va cerrando esta situación de oportunidad”, advierte sobre la lista definitiva de jugadores que participarán en el torneo. “Necesitamos enfrentar a selecciones de nivel importante. Los equipos asiáticos nos pusieron en aprietos, mostraron niveles y ritmos de juego distintos. Como preparación nos va a servir muchísimo”.
Desde el pasado 12 de agosto, la Federación Mexicana de Futbol anunció que en la fecha FIFA de octubre el representativo mexicano tendrá partidos de preparación, el 11 y 14 de ese mes, ante Colombia y Ecuador, el último de ellos en el estadio Akron de Guadalajara, sede el próximo año de cuatro encuentros del Mundial. Márquez considera que jugar en un escenario parecido al que van enfrentar los seleccionados en la cita de 2026 puede marcar diferencia desde ahora.
“Guadalajara siempre ha sido una plaza importante”, resalta el ex capitán de 46 años con recuerdos de su paso por la Perla Tapatía con el Atlas, club en el que debutó y finalizó su carrera profesional. “Trataremos de ganarnos la confianza del público desde estos momentos, ojalá que la gente responda y venga al estadio. Una parte importante de la participación de México en el siguiente Mundial va a ser tener a nuestra gente, que los rivales sientan lo que el pueblo y la afición nos pueden aportar a nosotros”.