¿Sabes qué pasará si el asteroide 2024 YR4 impacta con la Luna? Prevén lluvia de escombros en la Tierra.
Aunque el asteroide 2024 YR4 dejó de ser un peligro para la Tierra, su potencial amenaza a la Luna causaría diversos estragos en nuestro planeta.
Esto pasará si el asteroide 2024 YR4 impacta con la Luna; expertos prevén lluvia de escombros en la Tierra
En un reciente estudio se reveló lo que ocurriría si el asteroide 2024 YRA colisiona con la Luna.
Según los especialistas, el impacto generaría una lluvia de escombros con millones kilogramos de rocas lunares que llegarían hasta la órbita de la Tierra.

Mientras que en la superficie de nuestro satélite natural se generaría un cráter de un kilómetro de diámetro.
Los expertos detallan que el llamado “asesino de ciudades” tiene entre 53 y 67 metros de diámetro.
Y sus posibilidades de impacto con la Luna son del 4.3%, de acuerdo con los datos proporcionados por el Telescopio Espacial James Webb.
Los autores de la investigación, explican que hay cuatro escenarios en caso de que el asteroide 2024 YRA choque con la Luna.

¿Es peligroso para la Tierra el impacto del asteroide 2024 YRA con la Luna?
Aunque se tiene prevista una lluvia de escombros lunares sería una consecuencia del choque de 2024 YRA con la Luna, esto no sería un riesgo para la humanidad.
Ya que los astrónomos señalan que altas posibilidades que gran parte de las rocas se queden sólo en al atmósfera de la Tierra generando una lluvia de meteoros.
El material restante que se atrapado en la órbita de nuestro planeta, sí generaría algunas dificultades, principalmente en:
- Satélites
- Naves espaciales
- Astronautas
Por lo pronto habrá que esperar hasta el año 2028 cuando el asteroide 2024 YRA se visible nuevamente.
Con dicho avistamiento se podrá evaluar tamaño y trayectoria del asteroide para saber sigue siendo una amenaza para la Luna.
Hay que tomar en cuenta que la fecha que se estima para la colisión del asteroide 2024 YR4 en la Luna es el 22 de diciembre del 2032.
Por lo que los análisis de los astrónomos continúan para determinar el riesgo ante el “asesino de ciudades”.
