Luego de llenarse previo al regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, los albergues para migrantes en la frontera de Tamaulipas y Coahuila ahora están semivacíos.
Ante el endurecimiento de las medidas antiinmigrantes, miles de extranjeros volvieron al interior de México y las deportaciones masivas prometidas por el republicano aún no ocurren.
Antes del 20 de enero, cuando Trump asumió por segunda ocasión la Presidencia de Estados Unidos, oleadas de centroamericanos y sudamericanos llegaron a los albergues para migrantes con la esperanza de que Estados Unidos les brindara asilo humanitario antes de que el republicano les cerrara la puerta.Hoy, a casi tres semanas del inicio de la nueva Administración, representantes de estos centros cuentan que miles de extranjeros, desilusionados de que Trump suspendió los programas de asilo, han optado por replegarse a ciudades del interior del País, como Monterrey y la CDMX, para esperar el desarrollo de sus políticas migratorias.
Asimismo, señalaron los activistas, se ha frenado la llegada de nuevos migrantes ante la falta de una ruta legal para entrar a Estados Unidos.
Información de Agencia Reforma