El mercado del trigo ha cambiado mucho en los últimos años. La guerra en Ucrania es quizás el factor que más ha contribuido a estos cambios, pero otros como la sequía vivida el año pasado en España también ha contribuido a alterar el panorama. Ahora una nueva disrupción asoma, aunque quizás esta vez se trate de una buena noticia.
Un nuevo trigo. Se trata de una nueva variedad de trigo, denominada HB4 y destaca por ser más resistente a la sequía. Lo singular de esta variedad es que se trata de un trigo híbrido. Eso sí, la llegada de este trigo a los mercados norteamericanos tendrá aún que esperar.
Híbrido, no transgénico. Uno de los puntos destacados por Corteva, la empresa estadounidense que ha desarrollado esta nueva variedad explica que se trata de una tecnología híbrida, y no de un organismo modificado genéticamente (GMO). Es decir, la nueva variedad no es transgénica como algunos “competidores” en el mercado americano.
Las variedades “híbridas” no son nuevas. Según indica la propia Corteva, desde su introducción en la década de 1920, este tipo de variedades han permitido un incremento del 600% en la producción del trigo.
20%. La empresa estima que su nueva variedad podría aumentar la producción en un 10% en condiciones normales, pero es en condiciones de sequía cuando su utilidad aumentaría. Esta variedad podría generar un 20% más de producción en condiciones de sequía.
Esto implica que la nueva variedad permitiría a los agricultores reducir las pérdidas potenciales derivadas de de la escasez de agua. Algo de especial importancia en un contexto de cambio climático que en muchos lugares podría implicar peores sequías.
Además del aumento en la productividad media y en condiciones secas, la empresa responsable de desarrollar esta nueva variedad también destaca que la nueva variedad permite acelerar los ritmos de producción aumentando la escala de producción de las semillas de esta variante.
¿Llegará a Europa? La empresa quiere poner este grano en el mercado en 2027 en Norteamérica. La variante es propiedad de la empresa, por lo que las condiciones en las que pueda implantarse dependerán en buena medida de su estrategia.
Las regulaciones europeas en torno a la introducción de nuevos productos alimentarios difieren de las estadounidenses, por lo que no puede garantizarse la llegada de esta variedad del trigo a nuestros campos. Si lo hace, es seguro asumir que lo hará más tarde.
Milenios de cambios. El cultivo del trigo lleva acompañándonos milenios. El trigo ha cambiado al ser humano facilitando el surgimiento de civilizaciones enteras y el ser humano ha cambiado al trigo, haciendo que las pírricas espigas del trigo “salvaje” a las que hoy nos vienen a la mente cuando pensamos en esta planta.
Todo gracias a las selección y cruce de plantas, perpetuado a lo largo de todos estos milenios. Los lentos y paulatinos cambios del pasado han dado pie ahora a cambios más acelerados gracias a los avances en genética, desde la era de los transgénicos hasta los tiempos de CRISPR.